En medio de las diferencias políticas e ideológicas reinantes en Venezuela, existe cierto consenso entre las posiciones del gobierno y los sectores democráticos de la oposición: Hay una crisis económica.
Las discrepancias comienzan a surgir cuando se colocan en el tapete las posibles causas de la misma. A estas alturas hay quienes, aunque condenan el bloqueo financiero, niegan la existencia de una guerra económica interna con intereses netamente políticos.
Especulación, inflación, dólar paralelo y crisis, son palabras comunes desde varios años en Venezuela y no es casual que también sean las banderas principales de la oposición para atacar la gestión del chavismo. Por eso, aunque representa una acción poco solidaria y anti ética, no resulta sorprendente que en pleno escenario de emergencia sanitaria global, se aprovechen para seguir desestabilizando la economía y forzar un cambio de gobierno.
Ataque a la moneda
El ataque a la moneda nacional, se ha convertido en la principal arma contra el pueblo de Venezuela. Desde el año 2007, luego de 4 años de control cambiario, se empezaron a sentir las distorsiones en el mercado paralelo.
Esto tiene doble efecto en la economía. Por un lado se contrae la producción y por el otro se socava la calidad de vida de la población.
Pasqualina Curcio | “Cuando atacan la moneda y manipulan políticamente el tipo de cambio, tienen dos efectos: inducen la inflación hasta niveles hiperinflacionarios, se contrae la producción nacional porque, si en los hogares venezolanos el poder adquisitivo se deteriora a consecuencia de esto, nosotros dejamos de comprar bienes y servicios, y quienes lo producen, disminuyen la producción o cierran sus empresas”.
Especulación e inflación
Los precios suben insólitamente y los defensores del liberalismo insisten en naturalizar la barbarie, asumiendo que comprar a bajo precio y vender caro es un comportamiento «natural» del mercado, mientras se pulveriza el salario mínimo y en consecuencia, la vida del venezolano.
El fin continúa justificando los medios, la fórmula parece sencilla:
Se recrudece la guerra económica conduciendo a una crisis social, las condiciones de vida de los venezolanos se desploman y se justifican las acciones internas y externas para deponer al gobierno por vías no democráticas.
El ataque sistemático se evidencia en cada una de las medidas monetarias, cambiarias y de protección a los consumidores, asumidas a lo largo de la revolución:
2003
- Creación de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), órgano que se encargaría de supervisar y manejar el mercado cambiario nacional.
2008
- Fue aplicada una reconversión monetaria que estableció el Bolívar Fuerte.
- El ejecutivo establece un nuevo convenio cambiario donde estipulan las disposiciones para la regulación y puesta en funcionamiento de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme)
2010
- Supresión del Instituto Nacional para la Defensa y Educación al Consumidor y al Usuario (INDECU) y Creación del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (INDEPABIS)
2013
- El Gobierno creó el Sistema Cambiario Alternativo de Divisas (SICAD), para la adquisición de divisas a través de subastas.
- CADIVI se transforma en el Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX).
2014
- Supresión del INDEPABIS y creación de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos de Venezuela (SUNDDE)
- Se crea el SICAD II, sistema que permitió a personas y empresas privadas comprar y vender dólares diariamente en efectivo.
2015
- Unifican el SICAD I y II y crean el Sistema Marginal de Divisas (Simadi).
La etapa más dura
2016
- Sale de circulación el billete de 100 bolívares, para frenar maniobras ilícitas en la frontera con Colombia.
2017
- Se crea el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom)
2018
- Fue aplicada una reconversión monetaria que estableció el Bolívar Soberano.
2019
- Banco Central de Venezuela (BCV) autoriza comprar y vender divisas a través de mesas de cambio.
2020
- BCV autoriza a las casas de cambio y al sector bancario, tanto público como privado, la venta de divisas en efectivo.
“Entendernos o hacernos entender”
Los límites no existen cuando se persigue el poder y así lo han demostrado los sectores extremistas de la oposición, que decidieron aprovechar el escenario de pandemia para avanzar en su truncado camino a Miraflores.
La crisis es real, la causa es la guerra. Torcer el brazo a través de la economía sigue siendo la bandera, el incremento de precios y la alza del dólar son apenas la punta de un iceberg que contiene bloqueos y confiscaciones.
El mensaje de Maduro al empresariado y el comercio de: “entendernos o hacernos entender” es más un llamado a la cordura que otra cosa. Hoy más que nunca es la vida de millones la que podría estar en riesgo.