por: Antonio Manrique
Faltaban exactamente 8 días para que se cumplieran 192 años de la destitución del Capitán General, Vicente de Emparan y Orbe, cuando el pueblo capitalino salió a las calles a demandar el retorno al poder del hoy comandante eterno, Hugo Rafael Chávez Frías, en brillante movimiento revolucionario que se convirtió en glorioso acto similar al de aquel 19 de Abril de 1810, cuando los caraqueños con Francisco Salias al frente, obligaron al jefe español regresar al cabildo, situado entonces en la actual sede de la Cancillería, y allí, el padre Madariaga, haciéndole al pueblo enardecido señales de ¡NO! logró que el jefe realista dijera: “Yo tampoco quiero mando”. Minutos antes, a las puertas de la Catedral, el jefe colonialista había intentado que los realistas aplacaran la rebeldía criolla, pero surgió la voz del jefe de éstas, Diego Jalón, quien ordenó “descansar armas”. Boves mataría posteriormente a este patriota español de los que hubo varios, Vicente Campo Elías, fue otro de ellos.
Ya con el fascismo corriendo, Caracas y Venezuela toda tomada por el bolivarianismo revolucionario, con el entonces presidente de USA, George Walker Bush, cabizbajo por la derrota infligida a sus lacayos en la tierra de los Libertadores Miranda, Bolívar y Sucre, retornó a Miraflores el hombre del “por ahora”, consolidándose el poder bajo el mando del chavismo que, hoy con Nicolás Maduro Moros al mando, enfrenta no solamente a ese imperio y a varios de nuestros vecinos cercanos que le sirven de lacayos, sino a ese maligno covid-19 que está golpeando a la humanidad toda y nos mantiene en cuarentena, en una pelea, que no quisiera decirlo, pero que estamos ganando y las cifras de muertes de la gran mayoría de países del planeta, así lo demuestran. Hoy es Donald Trump el vapuleado por la historia.
Aquel glorioso abril de hace 18 años, tuvo muchos héroes, pero el principal fue el pueblo caraqueño y la guardia presidencial, que le respondió cabalmente e hizo correr al fascismo y a otros que el tiempo histórico tiene que recoger hoy, mañana y siempre: la coronela Marisela Arevalo, quien en aquellos dramáticos momentos nos entregó el escrito original del comandante eterno, diciendo que no había renunciado y una joven de protocolo –llenita ella— se encargó de hacer más de media resma en copias que fueron entregadas a la prensa internacional que en minutos llevó la noticia a todo el planeta y Chávez regresó al poder… No podemos olvidar a Diosdado Cabello, José Vicente Rangel, Isaías Rodríguez, el difunto Willian Lara y otros que el espacio nos cierra…
Antonio Manrique