11 senadores estadounidenses exigieron al Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, el cese de las sanciones estadounidenses contra Venezuela, Irán y otros países.
Washington declaró que las sanciones no afectan el mercadeo de medicinas e insumos médicos, sin embargo, la solicitud de los senadores desmiente dicho planteamiento, afirmando que: «Es mentira que Irán, Venezuela y Cuba pueden acceder a la compra de medicamentos, de equipamiento, de insumos médicos-quirúrgicos, porque ningún proveedor se atreve (a vender), ante el temor de que le sean aplicadas sanciones ilícitas por parte del gobierno de los EE.UU.»
En este sentido, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, señaló que: «A pesar de no coincidir sus argumentos, es importante destacar esta solicitud de 11 senadores de EE.UU. a los Secretarios de Estado y del Tesoro, para levantar sanciones contra Venezuela e Irán, mientras dure la pandemia del COVID-19″.
Pareciera ser el momento cumbre para el gobierno de Donald Trump, de salir del atolladero diplomático en el que metió a su país, con su arrogante política exterior ante Venezuela, Irán y otros países. Por su parte, Irán manifestó que «no somos enemigos del pueblo de los EE.UU., del gobierno si», por lo que informó sobre el envío de materiales de protección del Coronavirus producidos en el país islámico.
Venezuela por su parte, espera el levantamiento de las sanciones para poder acceder a más insumos, pues a pesar del canal aéreo implementado entre China-Venezuela y los envíos desde la hermana Rusia, aún tiene miles de millones de dólares retenidos en cuentas de bancos en Europa y EE.UU., además de fuertes trabas que impiden la compra de insumos médicos, alimentos y medicinas, situación que antes de la pandemia ya comprometía el bienestar del pueblo y que en este momento pone en riesgo la vida de millones de venezolanos.
