El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, ha llamado este martes «hijo de puta» al general iraní Qasem Soleimani, caído mártir junto al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y otros compañeros en un ataque aéreo lanzado por EE.UU., bajo la orden directa de Trump, contra los vehículos en los que viajaban cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad (capital iraquí).

Durante un mitin del Partido Republicano en Milwaukee, en el estado de Wisconsin, el multimillonario presidente se ha expresado contra Soleimani en estos términos,«un gran porcentaje de personas no tienen piernas ni brazos debido a este de hijo de puta».

El magnate estadounidense agregó, «Debería haber sido asesinado hace 20 años», esto durante su discurso para defender el ataque del Ejército estadounidense contra el general iraní, pues suponía, explicó, una «inminente» amenaza contra la seguridad de las tropas y ciudadanos estadounidenses en la región.

Estas declaraciones de Trump no son más que las ¨convenientes justificaciones¨, que develan una vez más su interés de dominación imperial ante cualquier país que cuente con grandes recursos minerales y poder militar. Trump se ha trazado un plan que responde a sus ansias de saqueo contra países soberanos que le permita aguantar la situación actual estadounidense, un sistema capitalista de consumo y destrucción.

Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU. aseguró este lunes en conferencia de prensa: “El presidente de EE.UU., Donald Trump y los que formamos parte de su equipo de seguridad nacional estamos restableciendo los elementos disuasivos (disuasivos reales) contra la República Islámica”.

Aseveró que el asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general Qasem Soleimani, formó parte de una “estrategia más grande” para disuadir al país persa y otros rivales de Estados Unidos, incluidos Rusia y China, así como proteger los intereses del país norteamericano.

Es importante destacar que el general Soleimani pese a ser señalado por el imperio como un terrorista, luchó durante su vida contra las fuerzas terroristas y sus pretensiones de desestabilizar la región.

“La importancia de la disuasión no se limita a Irán”, dijo Pompeo, para luego agregar que, en todos los casos, “debemos disuadir a los enemigos. Ese es el objetivo del trabajo de Trump para hacer que nuestro Ejército sea más fuerte del que ha sido”.

Además, ejemplificó la llamada política de ¨disuasión¨ de Washington hacia China y Rusia, mediante la retirada de EE.UU. del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), y los ejercicios navales del país norteamericano en el disputado mar del Sur de China.

El escenario actual, amenaza con poner al borde de un gran conflicto, que significa un peligro a los EE.UU. y al mundo. La forma de ataque de Trump en Bagdad y sus bravuconadas mediante insultos, se presentan como una declaratoria de guerra a Irán, particularmente en ausencia de pruebas contundentes de riesgo inminente o la necesidad efectiva de EE.UU. de proteger un interés de seguridad nacional.

 

De hecho, el “briefing” de inteligencia militar, presentado a los miembros del Senado, recibió la más absoluta y contundente crítica, por falta de elementos que justificaran lo acontecido. El senador republicano Mike Lee, sólido aliado de Trump, lo calificó como el informe militar más mediocre que ha recibido en su tiempo como senador. Adicionalmente, el congresista independiente Justin Amash, que abandonó el año pasado el gobernante Partido Republicano, acusó el viernes a Trump de «mentir o embellecer las cosas» con su afirmación sobre las cuatro legalizaciones.

Entretanto, el secretario de Defensa, Mark Esper, aseguró que «nunca detectó evidencias de un posible ataque de Irán contra objetivos de Washington». El Pentágono admitió no tener pruebas de que Soleimani fuera a atacar cuatro embajadas estadounidenses.

Ahora bien, ha tomado mucha fuerza la hipótesis de que la operación contra Soleimani pudiera formar parte de un plan más amplio diseñado para debilitar a la Guardia Revolucionaria, esto considerando la revelación del pasado viernes del periódico The Washington Post , Estados Unidos lanzó otro ataque aéreo en el Yemen el mismo día de la misión en Bagdad, el 3 de enero.

 

En resumen, las acciones de Trump abrieron las puertas a la guerra, sin autorización del Congreso y sin elementos de inteligencia que justifiquen esta ruta. Pero lo que tampoco se puede perder de vista es que históricamente en EE.UU. el impulso a la industria de las armas, su comercio, el aumento del gasto militar y la guerra en si misma, es una fuente de negocio extraordinario.

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