San Benito, el Africano, el Moro, el Santo Negro, salió en procesión cimbreante junto a decenas de miles de cabimeros, en una recorrido de 70 paradas de puro fervor de un pueblo hacia su copatrono.
En la capital petrolera del Zulia, la tradición viene de la mano con su propia industria, que llegó telúrica a la región, como lo es la fiesta en honor a San Benito.
Son 12 kilómetros de puera intensidad y fe sincrética en Cabimas, pero que se extiende a otras ciudades y pueblos del Zulia, Mérida y Trujillo.
San Benito, al ser copatrono del municipio Cabimas, sale en procesión dos veces al año: el 27 de diciembre y el 6 de enero, acompañado de los inseparables y extraordinarios grupos de chimbangueles, convirtiéndola en una de las celebraciones religiosas más concurridas de Venezuela.
De cumpleaños
El Santo Negro nació el 27 de diciembre de 1524 en la italiana Palermo y ese cumpleaños lo hicieron suyo, los pueblos afrovenezolanos del sur y de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo.
Régulo Rincón, director del Mueso Itinerante de San Benito, comenta la profunda raigambre cultural del Santo Negro en tierras zulianas.
La fiesta, llena de devoción y protagonizada por el pueblo bobureño, está extendida a lo largo de América Latina desde México hasta Argentina y en Venezuela, “potencialmente en los estados Zulia, Mérida, Trujillo.
La celebración se realiza, de acuerdo a tradiciones y muy estrictos protocolos locales”, recordaría Rincón.
A 42 grados van derritiéndose los pecados de los fervorosos danzantes porque allá van, arruyados con aquel inolvidable canto: » Que baila y goza… que nos vamos para la Rosa, que baila y camina, que yo vengo de Cabimas».
Fotos: Nelson Sánchez/san_benito_col/
