El influyente periódico The New York Times lanzó una contundente condena contra el gobierno de Estados Unidos, destacando el asesinato de al menos 17 personas en el mar Caribe a manos de fuerzas militares estadounidenses. En su editorial de este jueves, el medio aborda directamente las órdenes emitidas por el presidente Donald Trump, cuyas acciones llevaron a la destrucción de lanchas y la pérdida de vidas este mismo mes. Esta postura editorial marca un punto de inflexión en el debate sobre el uso de la fuerza letal y los límites del poder presidencial.
El editorial, significativamente titulado “Ni Trump ni ningún otro presidente debería tener este tipo de poder”, critica abiertamente la falta de transparencia del gobierno norteamericano. Las autoridades no han presentado ninguna evidencia que respalde sus afirmaciones sobre el transporte de drogas por parte de las víctimas.
Aún más grave, el periódico argumenta que, incluso si las acusaciones fuesen verídicas, «hacer estallar lanchas es un ejercicio ilegal de uso de la fuerza letal». El NYT se mantiene firme: el gobierno debe rendir cuentas por sus acciones.
Por consiguiente, la publicación denuncia que, con estos ataques, Trump ha ordenado la ejecución sumaria de individuos que no representan una amenaza de guerra tradicional para EE.UU. La editorial subraya que, potencialmente, estas personas ni siquiera estaban cometiendo el delito del que se les acusa. Es más, el medio advierte que esta es «una violación del debido proceso legal que debería alarmar a todos los estadounidenses». La editorial enfatiza que esta acción resulta incluso «más extrema que su política de enviar migrantes a una prisión brutal en El Salvador», estableciendo un paralelo con otras políticas controvertidas.
Además, el periódico insiste en que una nación fundada en oposición a la monarquía «nunca debería convertirse en un país en el que el presidente pueda ordenar el encarcelamiento indefinido o el asesinato unilateral de personas por el mero hecho de considerarlas delincuentes». Esta afirmación resalta la preocupación profunda del NYT sobre la erosión de los principios democráticos y la concentración de poder en la rama ejecutiva. De hecho, la editorial recuerda al público y al gobierno la legislación federal vigente.
Por otra parte, la ley, aprobada inicialmente en 1949 y actualizada en numerosas ocasiones, establece una clara limitación en las operaciones policiales en alta mar. Específicamente, la ley federal sostiene que solo la Guardia Costera y no la Marina, las fuerzas especiales, ni ninguna otra rama militar tiene la autoridad legal para ejecutar operaciones policiales en aguas internacionales. En otras palabras, las fuerzas militares excedieron sus competencias legales al llevar a cabo estos ataques. Esta violación de la ley federal agrega una capa de ilegalidad a las acciones de la administración.
En resumen, el influyente medio neoyorquino no solo cuestiona la moralidad de las órdenes del presidente, sino que también las cataloga como una clara infracción del marco legal estadounidense. A pesar de la retórica oficial, el NYT exige una rectificación y un examen exhaustivo de los límites que definen el poder presidencial. La comunidad internacional y los ciudadanos estadounidenses merecen saber por qué el gobierno ejecutó el asesinato unilateral de personas sin presentar pruebas ni respetar el debido proceso legal.