La Vinotinto al fin llegó a casa

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¡Llegaron! Al fin están en casa los miembros de la selección Vinotinto que viven en Venezuela, luego de haber pasado largas horas de espera en la capital peruana y de una jornada muy intensa más allá del partido de fútbol.

Humillaciones, agresiones verbales, discriminación racial y por su puesto, la xenofobia, son algunas de las características negativas que signaron la visita de la selección de fútbol venezolano a tierras peruanas para el encuentro de Eliminatorias Sudamericanas de cara al Mundial 2026.

Tras el empate, los chamos de Fernando Bocha Batista tenían pauta dejar Lima a las 11 de la mañana. Sin embargo comenzaron a suceder algunas cosas que impidieron que el avión de la línea aérea Rutaca pudiera abastecer el combustible necesario para despegar.

El canciller de la República, Yván Gil, la Federación Venezolana de Fútbol, el Ministerio del Poder Popular para la Juventud y el Deporte, entre otras instituciones se pronunciaron rechazando esta actitud por parte del gobierno de Perú en contra de los atletas venezolanos.

La CONMEBOL también se pronunció por lo ocurrido luego del partido pero responsabilizó a la FIFA ya que es parte de los organizadores de este evento premundialista. Esta clara agresión xenófoba por parte de los peruanos la rechazaron el gremio de periodistas deportivos, personalidades públicas y la gran mayoría de los seguidores de este deporte donde nunca antes había ocurrido este tipo de vejaciones que afectaran a los jugadores.

Al fin en casa

Al resolver la situación en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de la capital peruana el vuelo despegó luego de retrasarse por varias horas. Sin embargo, aquí en el país ya cientos de personas estaban esperando a sus jugadores en Maiquetía.

En desagravio y solidaridad, los fanáticos de la Vinotinto se apostaron en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en La Guaira para darles una calurosa bienvenida a sus guerreros que dignamente regresaban de Perú, a pesar de tantos ataques y agresiones.

Con el tradicional coro de “¡eeeh, Venezuela…!”, pancartas y las tradicionales franelas vinotinto, la fanaticada, mayormente niños y adolescentes, gritó de emoción cuando un grupo de jugadores llegó al fin a casa y desfiló por el pasillo de entrada portando la bandera de Venezuela.

Se trató de Alexander González, Christian Makoun, Alain Barona, Miguel Navarro y Jefferson Savarino, autor del gol del empate contra Perú.

¡Bienvenidos!


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