El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, admitió su responsabilidad en la Operación Orión, ocurrida en la comuna 13 de Medellín en octubre de 2002, cuando las fuerzas del Estado asesinaron a 88 personas, tras hacerlos pasar por guerrilleros.
La confesión de Uribe la hizo el domingo durante un recorrido por San Antonio del Prado (cerca de Medellín). Mientras hacía un recorrido para impulsar a sus candidatos para las elecciones regionales, a celebrarse el próximo 29 de octubre.
Si bien, el exsenador pretendía hacer campaña con sus candidatos le tocó enfrentar otra realidad. Dado que una vez llegó al lugar lo recibió un grupo de manifestantes con una pancarta que decía “¿Quién dio la orden, 6.402+?”.
El 6.402 hace referencia a la cifra que la Comisión de la Verdad dio sobre los civiles que el ejército colombiano presentó como bajas de la guerrilla durante el mandato de Álvaro Uribe en Colombia.
Así recibimos al Matarife “Álvaro Uribe Vélez” en San Antonio de Prado, dice que no hay pruebas en su contra pero tiene fiscalía de bolsillo. Admite que dió la orden, nosotrxs le respondemos #OrionNuncaMás pic.twitter.com/2uQc46KeGD
— Stiven Hernandez (@StivenPereZz) September 10, 2023
En respuesta a los manifestantes, Álvaro Uribe les cuestionó si tenían pruebas que lo vincularan con violaciones de derechos humanos o con casos de falsos positivos. Pero minutos después y con el calor del momento, admitió que él fue quien dio la orden de entrar a la Comuna 13.
“Yo di la orden de entrar a la comuna 13, de sacar a la guerrilla y a los paramilitares. Yo di la orden de desmontar a los paramilitares, me tocó dar la orden de sacar a 28 integrantes de las fuerzas armadas”; reconoció el exmandatario colombiano.
Ese operativo fue denominado Operación Orión, en cual se registraron desapariciones, presiones a la comunidad, desplazamientos; y hasta crímenes de lesa humanidad contra los habitantes de la Comuna 13.
De acuerdo a cifras de la Corporación Jurídica Libertad (CJL), esta operación dejó 80 civiles heridos, 17 homicidios cometidos por la fuerza pública y 71 personas asesinadas por paramilitares. Además, de 12 torturadas, 370 detenciones arbitrarias, 6 desapariciones forzadas.
Aunque las cifras oficiales dijeron que hubo 16 muertos (entre ellos, cuatro militares) y 200 heridos.
Esta confesión se sumaría al prontuario que actualmente enfrenta el expresidente, ya que Uribe tiene un proceso judicial en su contra por presunto fraude procesal y manipulación de testigos. Y que por más que ha intentado cerrar el caso, la justicia se niega a hacerlo.
