Esta semana se reúnen los Presidentes latinoamericanos y caribeños en lo que Lula llama un “retiro”, un encuentro para la reflexión sobre los grandes desafíos que tenemos por delante.
Las conversaciones entre los mandatarios tendrán como telón de fondo la pluricrisis del sistema capitalista, aunque –según nuestro criterio-, hay que poner el énfasis en enfrentar la decisión de Estados Unidos de liquidar a la economía venezolana por la vía del bloqueo, asfixiar a Cuba y a Nicaragua, y mantener en la orilla del precipicio a Argentina, afectada por el endeudamiento que les dejó Macri, y la decisión de Joe Biden de sostener altas tasas de interés, lo que genera un impacto negativo en todas las economías de la región.
En un momento de tan agudas confrontaciones en el mundo, adquiere mayor peso político la propuesta de Simón Bolívar, retomada por el Comandante Hugo Chávez, de confederar nuestras naciones, los pasos dados con la ALBA y la CELAC no se pueden desestimar, y la reintegración de Unasur está sobre la mesa. Ya veremos.
Hay que señalar con toda claridad que el objetivo central es convertir a Latinoamérica y el Caribe en uno de los polos de poder mundial, con base en la capacidad de trabajo de sus ciudadanos y ciudadanas, en los recursos naturales, -en ésta, que bien puede llamarse la tierra prometida-, y por una razón política de suma importancia, aquí las fuerzas populares le estamos ganando la disputa ideológica al proyecto político del imperialismo: el neofascismo o ultraderecha.
Es inaplazable dar continuidad a las iniciativas aprobadas por la reciente reunión convocada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de poner en marcha un plan contra la inflación.
Este inusual encuentro de los presidentes para reflexionar, es expresión de la nueva realidad política del Caribe y América Latina.
ROY DAZA
PSUV.