La exposición The Mystery Man instalada en la Catedral de Salamanca (España), muestra el cuerpo hiperrealista de Jesucristo recreado a partir de la Sábana Santa de Turín.
La escultura, de 75 kilos de peso, está hecha de látex con silicona y para esta se utilizó cabello humano.
“No es real pero el aspecto es humano”, afirmó el director artístico de la exposición, Álvaro Blanco.
La Sábana Santa, conservada en Turín, también conocida como Síndone, es una sarga de lino, tejida en espiga, de 430 x 110 centímetros.
Se trata de una reliquia de la fe cristiana a la que se le atribuye haber envuelto el cuerpo de Jesucristo tras su muerte.
En ella aparece, aunque algo borrosa, la impronta de un hombre con signos de torturas que coincidirían con los datos que transmiten los relatos evangélicos:
La coronación de espinas, flagelación, crucifixión y lanzada en el costado. A la izquierda muestra la vista frontal, y a la derecha la parte dorsal.
El tiempo también dejó su huella en las quemaduras sufridas por la tela en un incendio que casi destruye la tela.
Un grupo de científicos comprobó en 2017 que la fibra muestra signos de sangre de una víctima de tortura y desmintió los argumentos de que el manto que supuestamente envolvió el cuerpo de Jesucristo fuera pintado.
Para realizar la escultura hiperrealista que se expone desde el jueves en Salamanca, los artistas involucrados en el proyecto partieron de las medidas del cuerpo, de 1,78 metros de altura.
Además, se basaron en los puntos sangrantes de los pies, piernas o rodillas, entre otras, en la sábana.
La muestra permanecerá en la Catedral de Salamanca hasta el próximo diciembre y, posteriormente recorrerá los cinco continentes.
Con información de Agencia