Casi año y medio después de las últimas elecciones presidenciales de EE.UU., el diario The New York Times publicó un artículo sobre la investigación contra el hijo de Biden, por posibles infracciones penales de las leyes fiscales estadounidenses.
La publicación del conocido medio, se basa en correos electrónicos obtenidos de la computadora del Hunter Bidens. Los archivos datan de abril del 2014, poco después del golpe de Estado en Ucrania.
Por su parte, el periódico New York Post publicó que ahora que Joe Biden ya «está a salvo en la Casa Blanca, decidió reconocer silenciosamente» la autenticidad de los correos electrónicos que implican, al hijo de Biden, en hechos de corrupción en Ucrania.
«Desde el principio sabían que la información» y la computadora «era real, simplemente no querían hablar». Reprocha el autor del artículo del New York Post al acusar al New York Times de «sinvergüenza».
«Están surgiendo nuevas llamadas para una investigación sobre el presidente y su hijo, Hunter Biden. Esto es después de que un informe del New York Times confirmara la existencia de la infame computadora portátil de Hunter y afirmara autenticar los correos electrónicos que contiene».
Renewed calls are surfacing for an investigation into the president and his son #HunterBiden. This is after a New York Times report confirmed the existence of Hunter’s infamous laptop—and claimed to authenticate the emails contained on it.https://t.co/EnAzf5FgMI
— NTD News (@news_ntd) March 22, 2022
«Desinformación rusa»
El hijo de Bien, fue miembro de la junta directiva de la compañía de gas ucraniana Burisma entre 2009 y 2017. Para la fecha, el ahora presidente de los Estados Unidos, Joe Biden desempeñaba el cargo de vicepresidente de EE.UU. Y dirigía las relaciones diplomáticas con Kiev durante la administración Obama.
Los correos filtrados detallaban los planes de Hunter Biden en Burisma y reuniones de su padre con ejecutivos de esa compañía. Casi al final del artículo, el periódico brevemente señala que los documentos son verídicos.
En octubre del 2020, a pocas semanas de las presidenciales estadounidenses, el New York Post reveló los correos, exponiendo el presunto tráfico de influencias de la familia Biden. Diversos medios reunieron esfuerzos para desacreditar la información. Además muchos medios y miembros del equipo de campaña del Partido Demócrata recurrieron a una carta, firmada por decenas de exfuncionarios de inteligencia, que afirmaban que el escándalo era producto de la desinformación rusa.
También Facebook y Twitter decidieron censurar el tema relacionado con la familia Biden, argumentando que sus medidas respondían a un «proceso estándar para reducir la propagación de información falsa».
