A veces parece que el debate como instrumento para comprendernos desde la diversidad se está perdiendo. Debatir es fundamental, ayuda a conocer al otro. Nos permite la comprensión de quienes nos rodean, de sus acciones.
Quien debate para convencer está perdido. Tratar de hacer que las demás personas cambien de opinión según nuestro criterio es perder la bonita posibilidad de conocer otras visiones del mundo. Intentar colonizar las mentes de otras personas es como mínimo una ofensa a nuestra especie si aceptamos que todos somos diferentes y eso está bien.
Sucede que existe la posibilidad de que otras personas ante los argumentos planteados se declaren en sintonía con lo expresado. Mentes que se hermanan ante la coincidencia de visiones, una feliz situación. Del mismo modo, podría pasar que sea uno quien ante sólidos argumentos sienta tambalear sus creencias. Qué maravilla de acontecimiento, es como un nuevo mundo que se descubre.
Cuando debatimos demostramos respeto por la otredad. Reconocemos a otro individuo pensante, con la capacidad de argumentar, de generar ideas y expresarlas para hacerse entender. Para un debate sano debemos partir del principio de que la otra persona está en igualdad de capacidad que nosotros. Que podría estar errado en sus planteamientos pero, nosotros también.
Me gusta pensar que el debate es la más compleja y hermosa demostración de que una sociedad está viva y dispuesta a perfeccionarse cada vez más. Una comunidad sana es aquella donde sus miembros dialogan, pero sobre todo debaten. De esa forma buscan solución a los problemas o sencillamente intentan mejorar sus condiciones actuales.
Debemos procurar la formación de gente dispuesta a debatir. De jóvenes dispuestos a poner en tela de juicio sus opiniones y pareceres. Hombres y mujeres con capacidad de escuchar otras visiones del mundo y respetarlas aunque no estén de acuerdo. Esta debería ser, en mi opinión, una apuesta de la revolución bolivariana para los tiempos por venir.
El mundo de sacude y está cambiando, si es para bien o para mal dependerá de la capacidad que tengamos para ponernos de acuerdo por la vía de los argumentos y el debate es terreno idóneo para conocernos y entendernos. Lo otro es bala y barbarie.
Necesario es debatir, me apuesto la vida en ello.
Vladimir Sosa Sarabia
@sosasarabia
