El Gobierno venezolano reiteró su apoyo al diplomático Alex Saab, quien permanece secuestrado en Estados Unidos, luego de su traslado desde Cabo Verde en octubre de 2021. En ese sentido, el diputado Jorge Rodríguez presentó argumentos que desmontan la supuesta colaboración del funcionario con la DEA.
Al respecto, el presidente del Parlamento venezolano desestimó la campaña de propaganda y desinformación que mantienen las agencias internacionales, a partir de la matriz que impone la Casa Blanca, en torno al proceso que le sigue, de manera arbitraria a Saab.
De esta manera, Rodríguez rechazó los señalamientos que contiene el informe que hace unos días divulgó el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el cual manifiesta que el representante de la administración de Nicolás Maduro habría colaborado con la Administración de Control de Drogas.
«Si es así, ¿por qué le sacaron 2 dientes golpeándolo salvajemente en Cabo Verde? ¿Por qué lo torturaron de manera indecible y lo tienen en una celda en la que no deberían tener a ningún ser humano; al que se le deben respetar sus derechos y lo someten a constantes mecanismos de terrorismo psicológico?», se preguntó Jorge Rodríguez.
Washington se contradice
El parlamentario acotó que el gobierno de Estados Unidos sabe muy bien cómo tratar a sus propios espías y citó como ejemplo casos como los militares desertores Cliver Alcalá y Cristopher Figuera; así como el exministro y prófugo de la justicia Venezuela Rafael Ramírez, quienes tienen privilegios y protección del imperialismo.
Por el contrario, reiteró el maltrato que declaró haber sufrido Alex Saab, mediante cartas enviadas desde Cabo Verde en las cuales dejó constancia del maltrato físico al cual lo sometieron, además de mantenerlo incomunicado y durmiendo en el piso rodeado de gusanos.
Igualmente, esta semana quedó establecida la posición del diplomático venezolano, a través de una carta que publicó su equipo de abogados. Allí aclaran que las únicas reuniones que el acusado sostuvo con el Departamento de Justicia estadounidense; fueron para confirmar que «ni él ni las empresas asociadas con él habían hecho nada malo».
Es así como la defensa desmiente que haya existido algún tipo de colaboración con entidades federales adscritas al gobierno de Washington; como por ejemplo, la DEA. También denunciaron que el objetivo es desacreditar a Saab para perjudicar el apoyo internacional que ha recibido la campaña a favor de su liberación.
