El choque entre el presidente de Francia, Emmanuel Macron y la administración de Joe Biden en Estados Unidos se hace sentir nuevamente con las nuevas reacciones del europeo en medio de la crisis que generó la denominada «crisis de los submarinos nucleares» que se produjo recientemente.
A mediados de septiembre, Australia anunció la cancelación de la compra 12 submarinos convencionales a Francia por el monto de unos 56 mil millones de euros. Todo esto se produjo luego de que Estados Unidos, Reino Unido y Australia acordaron una alianza de defensa en la región indopacífica.
Por esta razón, el presidente francés alertó a sus socios de Europa, para que tomen en cuenta la maniobra del gobierno de Estados Unidos contra Francia y se percaten de que no deben confiar en que Washintgton velará por intereses comunes.
«Nuestros socios europeos tienen que abrir los ojos. No podemos seguir contando con Estados Unidos para garantizar nuestra protección estratégica», manifestó Macron en una conversación con la emisora radial France Info. Acotó que, a partir de este hecho, la Unión Europea debe construir su independencia estratégica.
Agregó que “si mañana hay un problema masivo de inmigración ilegal, si hay un problema de terrorismo que viene del continente africano, ¿quién nos protegerá? Sólo nosotros. Sólo podemos contar con nosotros mismos”.
Guerra comercial
Entre los grupos políticos y económicos de Francia, recibieron con sorpresa la decisión del gobierno de Australia; al retractarse en la compra de submarinos europeos para escoger los que ofreció EE.UU. en medio de los convenios firmados.
Por ejemplo, un vocero de la fábrica francesa de submarinos, Naval Group, aseguró que horas antes de la notificación contraria, los australianos habían confirmado el «visto bueno» a los aspectos técnicos, con lo cual avanzarían en el contrato.
Sin embargo, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, declaró que que el cambio de parecer con respecto a la compra prevista, obedece a que la oferta francesa no cubre los «intereses nacionales estratégicos».
Por su parte, la respuesta del gobierno de Macron apuntó al hecho de que la acción corresponde a «una ruptura grave de confianza»; de acuerdo con la expresión que utilizó el ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, quien acusó a EE.UU. de mentir y proceder de espaldas a su antiguo aliado (Francia).
Además, en medio del debate destaca que la tensión entre los 3 países es la consecuencia de acuerdos promovidos por la Casa Blanca, en el ámbito militar y armamentístico, para frenar la influencia de la República Popular China en las regiones del Índico y el Pacífico.
