El presidente de Colombia, Iván Duque hizo una visita relámpago la madrugada de este lunes a la ciudad de Cali, epicentro de las protestas que vive el país neogranadino desde el pasado 28 de abril. El mandatario permaneció allí apenas 4 horas para reunirse con el Consejo de Seguridad establecido tras los ataques paramilitares contra una minga indígena.
El 9 de mayo, Duque fue enfático al decir que no tenía la intención de visitar la capital del Valle del Cauca; pero al final lo hizo por presiones de miembros de su partido Centro Democrático. A las 3:47 de la madrugada anunció en su cuenta de Twitter que durante la visita buscó fortalecer el orden público, y verificar avances en el diálogo social aunque no se reunió con ninguno de los manifestantes que se encuentran en Cali; tampoco visitó las calles de la ciudad. Su visita por debajo de la mesa es percibida por algunos como un acto de «acobardamiento».
Tras encontrarse con el alcalde de Cali y la gobernadora del Valle del Cauca, Duque se pronunció: «Quiero aprovechar este espacio para transmitir un mensaje a todos los jóvenes del departamento del Valle del Cauca. El mensaje es que sabemos las necesidades de la juventud, sus reclamaciones, sus propuestas (…)».
Cali en llamas
Informa TeleSur que Cali amaneció este martes con secuelas de los enfrentamientos de la víspera entre policías y manifestantes; lo cual dejó un saldo de 11 personas heridas; 8 de ellas indígenas, y varios vehículos incinerados.
Además, la ciudad suma unas 15 personas muertas desde el inicio de las protestas; decenas de heridos y lo más grave: enfrentamientos que involucran a policías vestidos de civil.
La situación se torna cada vez más grave con la mayor presencia militar y policial que en décadas haya vivido ese territorio. De igual manera, pobladores denuncian que el gobierno ha ordenado cortes en el servicio de energía y la señal de internet a fin de coartar la información de los sucesos.
La doble moral de Duque
Muy distinto al comportamiento sigiloso con Cali, una ciudad del país que gobierna, es preciso recordar cómo Duque, en febrero de 2019 se refirió a los venezolanos en el puente Simón Bolívar. En esa oportunidad se pretendía violar la soberanía venezolana con una supuesta ayuda humanitaria; que no correspondía con los protocolos establecidos internacionalmente y que terminó siendo una estafa y cortina de humo para violentar la institucionalidad venezolana. En ese momento, Duque expresó en pleno puente frente a periodistas y cámaras que «el mundo se ha dado cuenta una vez más de la barbarie que hay en Venezuela y creo que esto debe permitirle a la comunidad internacional arreciar el cerco diplomático para que Venezuela recupere sus libertades, su orden institucional y su democracia».
Pero esta vez, no enfrentó la situación de Cali de la misma manera que lo hizo con Venezuela, sino que en primer lugar la visita fue fugaz y a escondidas; y en segunda instancia, no afrontó a los protagonistas cuyos derechos humanos han sido violados en las masivas protestas.
¿Recuerdan al @IvanDuque que en febrero 2019 arengaba a los "valientes" que fabricaban bombas molotov bajo el puente internacional Simón Bolívar en #Cúcuta? ¡Todo un líder mundial! ¡Por #Venezuela! Hoy, en su laberinto, visita #Cali de madrugada, escondido tras los militares. pic.twitter.com/3fbbPlgpg0
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) May 11, 2021
