La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), inició este lunes el ciclo de audiencias referente al caso de secuestro, tortura y violación sexual contra la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima; el 25 de mayo del año 2000. De manera que, se asume, habría elementos necesarios para juzgar al Estado colombiano como posible responsable.
A través de la red social Twitter, la CIDH informó a la colectividad que «envió el caso de Jineth Bedoya, a la #CorteIDH en 2019, ante la necesidad de justicia y reparación. Al respecto, la Corte podrá pronunciarse por primera vez sobre el enfoque de género que deben adoptar los Estados; para garantizar la seguridad de mujeres periodistas».
Es entonces la primera vez que el tribunal puede pronunciarse sobre el rol del Estado, en garantizar la seguridad de mujeres periodistas. Asimismo, la CIDH nunca antes se había expresado sobre la violencia sexual en Colombia, dejando un importante precedente.
La #CIDH envió el caso de Jineth Bedoya, a la #CorteIDH en 2019, ante la necesidad de justicia y reparación. Al respecto, la Corte podrá pronunciarse por primera vez sobre el enfoque de género que deben adoptar los Estados para garantizar la seguridad de mujeres periodistas.
— CIDH – IACHR (@CIDH) March 15, 2021
«Es un momento muy importante para la prensa colombiana», así lo manifestó Jineth Bedoya Lima en una rueda de prensa; a lo que añadió: «No solo es el caso de una periodista que fue víctima de todos los tipos de violencia; sino la oportunidad para exponer las dificultades que hemos tenido que enfrentar los periodistas para ejercer en Colombia».
Hoy mi voz se alza, ante un tribunal internacional, para que nunca se olvide que la violencia sexual es de los peores crímenes que hemos afrontado como sociedad. Que paramilitares, guerrilleros y agentes del Estado sepan que “nos sembraron miedo y nos crecieron alas”. #Marzo15 pic.twitter.com/0AHmb2Ic0F
— Jineth Bedoya Lima (@jbedoyalima) March 15, 2021
¿Qué le pasó a Jineth Bedoya?
De acuerdo al testimonio de la denunciante, el suceso se produjo junto a la Cárcel y Penitenciaría de Media Seguridad de Bogotá, conocida como «La Modelo». La comunicadora aguardaba por una entrevista, como parte de su investigación sobre la masacre de 32 presos que ocurrió unos días antes.
Dicho encuentro se coordinó porque Bedoya, tras recibir amenazas, acudió a la Policía; le indicaron que la mejor forma de terminar con las intimidaciones, era entrevistando a uno de los líderes paramilitares, preso.
Bedoya Lima, durante su declaración de este lunes, recordó que llegó al penal y, mientras su jefe se fue a buscar a un fotógrafo; ella resultó abordada por un hombre y una mujer armados. Se la llevaron a una bodega cercana, donde la golpearon.
Según relató frente a las autoridades de la CIDH, posteriormente, a Bedoya la habrían trasladado en un carro fuera de Bogotá y fue víctima de violaciones reiteradas.
«Me decían que los periodistas se metían donde no debían», reveló.
Dio a conocer que, en un esfuerzo personal que asumió ante los escasos avances de la Fiscalía para investigar, donde les relató 12 veces los abusos que padeció; la denunciante decidió realizar una indagación propia.
Es así como, según afirma, descubrió que había efectivos policiales implicados y que, además, un alto funcionario de la Policía habría sido quien ordenó su secuestro.
«Represalia por su labor periodística»
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que es el organismo encargado de analizar las demandas y determinar si se requiere un juzgamiento, consideró que las autoridades nacionales fueron responsables de no proteger a Bedoya Lima; quien había sido «víctima de constantes amenazas y ataques contra su vida e integridad personal antes de su secuestro».
«A pesar de que el Estado colombiano tuvo conocimiento de dicha situación de riesgo, no adoptó medidas entendidas como razonables para protegerla», sostuvo y, a su vez, indicó que las agresiones contra la reportera se produjeron «como represalia por su labor periodística».