Ampliación del cono monetario: estrategias de una política económica contra el asedio | Por: Elio Córdova
Recientemente la máxima autoridad monetaria del país anunció la ampliación del cono monetario, incorporando 3 nuevos billetes al proceso de circulación: con denominaciones de 200 mil, 500 mil y un millón de bolívares. Todo ello con el objeto de facilitar las transacciones comerciales ante los incrementos sostenidos en los niveles de precio que se registran en el mercado interno.
El fenómeno de la inflación/hiperinflación es la manifestación de un problema estructural de la economía venezolana. Históricamente nuestro aparato productivo no produce la cantidad de bienes y servicios que se requieren en el mercado interno, situación que se expresa mediante un desequilibrio entre las necesidades de consumo de la población y la capacidad que tiene el aparato productivo en crear los bienes y servicios para satisfacer el consumo interno(fenómeno que en Economía se define como un déficit de oferta agregada)
Esta condición en los últimos años, se ha venido acentuando significativamente por múltiples causas, entre las que podemos destacar: la caída de la actividad productiva -PIB- desde el año 2014 hasta el presente, depreciación sostenida del tipo de cambio; contracción de las importaciones –bienes de capital, de consumo intermedio y de productos terminados– y descenso de la producción petrolera. En fin, una serie de desajustes macroeconómicos, que recrudece en el mermado poder de compra de los trabajadores.
Indudablemente, no podemos tapar el sol con un dedo. Hemos cometido errores en la instrumentación de la política económica. Sin embargo, no es menos cierto que las dificultades económicas que atravesamos y su respectivo impacto social se potencian exponencialmente con las sanciones imperialistas que nos impone de forma ilegal el Gobierno de los Estados Unidos de Norte América y la Unión Europea.
De tal forma que, nos encontramos ante una situación compleja donde las recetas convencionales de la literatura económica se tornan prácticamente inútiles. No hay precedentes en la historia política y económica de nuestro país de una agresión comercial y financiera como la que atravesamos.
No obstante, tampoco podemos cruzarnos de brazos y hacer caso omiso a la complejidad que en materia económica atraviesa nuestro país. En virtud de lo cual urge replantear la forma como se ha venido manejando la economía. Ello conlleva al imperativo de la conformación de un equipo multidisciplinario de alto nivel para construir una política económica, que contemple metas y objetivos bien definidos -en elcorto, mediano y largo plazo– para estabilizar las variables macroeconómicas e incentivar la producción nacional. La Vicepresidencia Económica debe ejercer un mayor liderazgo exigiendo y supervisando de forma activa que todas las instituciones del Estado, estén alineadas con la instrumentación de la estrategia de estabilización y crecimiento económico. Derrotar el flagelo de la inflación, estabilizar el tipo de cambio e incrementar la producción nacional es de medular importancia para recuperar el salario de los trabajadores. La situación –economía de guerra– demanda creatividad, planificación científica y mucha voluntad para empezar a esbozar el camino hacia la recuperación económica.
ELIO CÓRDOVA ZERPA.
