Surgen nuevas evidencias que revelan la vida de lujo de Leopoldo López y su esposa en el exilio. En las redes es un boom el video en donde se les ve jugando pádel en la azotea de un edificio sufriendo la única complicación de ver cómo le dan bien a la pelota.
La escena, que pudiera ser solo el episodio tierno de un rato familiar con sus hijos, toma un cariz distinto cuando la pareja se proyecta como una raza de sufridos luchadores por la libertad que se sostienen por la caridad conmovedora de sus seguidores.
Quien grabó el video no parece ser un chavista o un agente encubierto del «régimen de Maduro»; sino que por sus palabras sugiere ser un resentido opositor desencantado por las maromas de la pareja que aparentan lo que no son.
No faltó la broma de ocasión para burlarse de la pretendida humildad de Tintori, quien declaró recientemente que un simpatizante se le acercó para darle 100 dólares como contribución a su lucha antichavista.
«Cómo que no entienden. Ahí están Lilian Tintori y Leopoldo López jugando pádel. Con los 100 dólares que le mandó Pablito se compró la raqueta de pádel» comentó la persona que grabó el video mientras contemplaba la escena.
La «humilde» residencia en el exilio
De acuerdo al portal La Tabla, la cancha en la que juegan López y Tintori, sería el reducto de entretenimiento de los propietarios de un lujoso edificio de apartamentos en la ciudad de Madrid.
Para más señas, las residencias se llaman Espacio Torrijos,. Está ubicado en la calle Hermosilla 82 del sector «Milla de oro», y corresponde al exclusivo barrio de Salamanca.
La única alusión humilde que pudiera sugerir al imaginario venezolano el rigor de una vida llena de dificultades para Leopoldo López y Lilian, su esposa, es que el vecindario en donde viven es un «barrio»;pero resulta que tal adjetivo en España corresponde para señalar a los lugares exclusivos en donde viven los millonarios.
El «Mandela» venezolano la pasa de lujo
La escena de Leopoldo jugando pádel con su esposa desbarata en pocos segundos el esfuerzo titánico de una campaña de propaganda sostenida que ha pretendido elevarlo a la condición de un «Mandela venezolano».
Para más señas del ámbito en el que Leopoldo y Lilian pasan sus despechos de exiliados, el apartamento sería de su padre Leopoldo López Gil. Lo habría comprado en 2016, después de recibir como premio a su lucha patriótica por Venezuela la nacionalidad española.
De acuerdo a la publicación del portal La Tabla, el inmueble en donde estos exiliados se dan una vida de lujo, habría costado entre 496 mil euros hasta un millón.
Adicionalmente señala el medio que Espacio Torrijos sería un lujoso ghetto venezolano en donde viven otros millonarios exiliados de nuestro país. Ahí se consuelan conversando sus recuerdos comunes comiendo arepas en el bodegón de la planta baja que se llama Tradición mantuana; un lugar que que sugiere sus auténticas nostalgias aristocráticas y vasallaje realista.
