La Unión Europea parece que descubrió ayer que existe la vacuna rusa Sputnik V contra la covid-19. Josep Borrell, el jefe de la diplomacia del bloque, reconoció este viernes que el antídoto es “una muy buena noticia para la humanidad”.
El cambio drástico de Bruselas hacia el fármaco desarrollado por el Centro Gamaleya se produce luego que los resultados de este estudio se publicaran en la revista médica The Lancet.
Antes de este evento, la vacuna era objeto de una campaña tenaz de boicot político y mediático en la eurozona. El único país que se salió de este coro fue Hungría, que de manera unilateral acordó la compra del fármaco.
Borrell en rueda de prensa con Lavrov felicitó a Rusia por este éxito y valoró a la vacuna como “una herramienta más para enfrentar la pandemia”.
Salvar a Europa, otra vez
Como si se dibujara otra vez la escena de una historia que ya pasó, la carantoña de Borrell a Moscú se parece al auxilio sutil para que Rusia vuelva a salvar a Europa.
Pero este paso depende de que Bruselas se despoje de sus propios prejuicios y trabas burocráticas. Un paso esencial luego de que «descubrió» que la vacuna rusa sí funcional.
Sobre este último aspecto, el español declaró que: “Espero que la agencia médica europea pueda certificar la eficacia de esta vacuna para ser utilizada en los Estados de la Unión Europea. Será una buena noticia, porque, como saben, estamos ante una escasez de vacunas”.
Los estudios de la Sputnik V confirmados por la revista de The Lancet suscriben que la vacuna es segura. Al mismo tiempo verifican que es 91% efectiva.
El tratamiento de la Sputnik V consiste en 2 dosis. La segunda inyección se aplica 21 días después de colocada la primera.
En la actualidad la Unión Europea atraviesa una agria disputa con la farmacéutica AstraZeneca por el incumplimiento en el suministro de las dosis pactadas en un acuerdo de compra.