Desde hace semanas, en redes sociales comenzó a viralizarse el término «Magazolanos»; aunque su definición no estaba clara del todo, cada vez se leía con más frecuencia. En especial, cuando se intentaba caracterizar a los venezolanos que viven en EE.UU. y apoyan al saliente presidente, Donald Trump.
Durante su más reciente campaña electoral, el magnate estadounidense utilizó una frase para acompañar sus discursos. Toda una suerte de mantra para atrapar a incautos, esos que sí votaron por él pero que no son mayoría. «Make America Great Again» (Hagan que América sea grandiosa de nuevo), esta es la frase o slogan de esta campaña. De modo que sus iniciales, MAGA, se usan ahora como una forma de identificar a venezolanos que se sienten parte de este movimiento supremacista.
Concepto empastelado
Olvidando que América es todo un continente, hay quienes insisten en pensar que se trata de una sola nación. Lo cierto es que Trump basó sus promesas electorales en un discurso ególatra y por demás capitalista, que lo alejó de las minorías a las que precisamente estaba dejando de atender. Minorías que se juntaron para convertirse en un gran movimiento que representó el clamor del pueblo estadounidense que no tiene acceso a la salud ni a la educación ni mucho menos es protegido para hacer grande a un país. A esos que dejó por fuera de las ayudas, negó visas, persiguió y asesinó a manos de la policía, como fue el caso de George Floyd. Por mencionar solo un caso.
Estos venezolanos que migraron a este país del norte se convirtieron en promotores y multiplicadores de sus ideas imperiales, incluso hasta llegar a un extremo que raya en lo apátridas o en negar su condición de venezolanos (as). Pero además respaldan a una persona que no pocas veces ha manifestado su desprecio hacia migrantes y más si son latinoamericanos.
En Noviembre todo partidario de Biden era Chavista. Hoy Trump es el Chavista-Dictador-Demagogo. Esa es la teoría política de base de los magazolanos.
— Pluma y fusil (@PlumaFusil) January 6, 2021
Impresentables
Personajes de la farándula y miembros de las clases altas, se encaminaron en la campaña pro Trump y en especial en contra del gobierno que lidera Nicolás Maduro y que comenzó Hugo Chávez en su momento. Descargaron aquella «arrechera» de la que habló Capriles Radonski cuando perdió las elecciones, pero ahora lo hicieron desde los «yunaites»; acomodados y disfrutando de todas las mieles que algunos privilegiados pueden probar en esas esferas. No se solidarizaron un segundo con los migrantes que padecen la persecución y el rechazo de la misma administración Trump. Ni mucho menos por sus compatriotas venezolanos que padecen bloqueos y sanciones en su patria, por órdenes del propio Trump.
Nombrarlos sería darles una importancia que no merecen. Otorgarles una fama que tristemente han forjado a punta de criticar (sin proponer absolutamente nada) a un gobierno que se ha dedicado a defender su soberanía. A defender, contra todo pronóstico, la salud de sus ciudadanos en medio de una pandemia que en EE.UU. ha sido inclemente.
Los magazolanos reniegan de la tierra que les vio nacer. Son venezolanos orgullosos de ondear y portar colores patrios que les son ajenos, entonar himnos que deshonran las simientes de una nación que libertó naciones.
«Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad». Simón Bolívar.
