4 médicos venezolanos en los EE.UU. estuvieron entre los primeros del personal sanitario de la nación norteamericana en aplicarse la vacuna de Pfizer contra el coronavirus.
Además de ser todos provenientes de nuestro país, tienen en común que están residenciados en La Florida.
Cada uno ha visto y vivido el drama de la pandemia desde los hospitales, por lo que la noticia de la vacuna es un alivio.
Como hombres y mujeres de ciencia, creen en el antídoto contra la pandemia, siendo literalmente inmunes a la causa de los que sospechan de la seguridad de las vacunas.
Powerful words on this historic day from frontline medical experts who have been guiding our community through this unprecedented and difficult time to include infectious disease expert @liliabbo #SoundOn▶️You can hear more from her on this Tweet thread?: https://t.co/kAkrOgP1hN https://t.co/Z48yb6Rcho pic.twitter.com/pnI1Xdnk4E
— Christina Vazquez (@CBoomerVazquez) December 16, 2020
Parte de la historia
Lilian Abbo es una infectóloga venezolana que trabaja en el programa de control de infecciones del Jackson Health System en Miami se colocó la vacuna el 15 de diciembre.
Sobre esto, la médico dijo: “se respira un ambiente de esperanza. Es como ver la luz al final de este túnel tan difícil que ha sido el 2020”.
Como cualquier persona que sabe que pudiera estar siendo parte de un momento estelar en la historia, Abbo expresó que es un instante “muy emocionante y estoy muy orgullosa de ser parte de este momento”.
Esta profesional de la medicina es consciente de los peligros de la enfermedad y de lo inútil que puede ser esquivar la oportunidad de la vacuna. Ella no sólo vio y atendió a decenas de enfermos, sino que le tocó ver morir a su tío, un reputado reumatólogo que falleció el pasado 1 de abril a causa de la pandemia.
History being written proud to be in the room where it happens! One step forward to end this #pandemic #COVID19 #Pfizervaccine @JacksonHealth @univmiami #miraclesdaily amazing team who made this possible #grateful pic.twitter.com/3qg6lfrSaS
— Lilian Abbo (@liliabbo) December 15, 2020
Miedo al virus, a la vacuna no
Otro de los especialistas venezolanos que se colocó el antídoto de Pfizer fue Juan Chiossone, un otorrinolarigólogo graduado en la UCV, y que desde el 2018 está radicado en los EE.UU.
Este médico fue vacunado el 16 de diciembre, y desde entonces reseña los días después del antídoto desde su perfil de Facebook. En las publicaciones informa que se siente “sin síntomas o reacciones adversas”.
En entrevista a un medio venezolano, recalcó que no le tiene miedo a la vacuna pero sí al virus. Esta fe le viene por su formación académica, y el respeto a la enfermedad por un cuadro de salud personal que le coloca como potencial grupo de riesgo.
Mantener la prevención
Iván Mendoza es otro caso que de corazón cree en la ciencia, una convicción que seguramente le viene de su oficio de cardiólogo.
Este joven médico graduado también en la UCV manifestó que una vez se colocó la vacuna de Pfizer, se ha sentido bien; incluso mucho mejor que cuando se puso el antídoto contra la influenza.
Mendoza, como sus otros tres colegas y compatriotas médicos en Miami, espera la segunda dosis. Mientras tanto anima a las personas a que no solo confíen en el fármaco, sino que también sigan manteniendo las medidas de prevención.
A pesar de la emoción de estar empezando a contemplar el comienzo del final de la pandemia, el joven cardiólogo venezolano es lo que cree habrá que seguir esperando un rato más para regresar a la normalidad.
“Para que las vacunas funcionen, tiene que estar más del 70 % de la población vacunada. Entonces probablemente por el resto del 2021 no vamos a estar protegidos, la humanidad no va a estar protegida contra el covid-19. Tenemos que seguir exactamente las mismas medidas. Protegernos, usar nuestro tapaboca y el aislamiento va a seguir por lo menos seis meses o un poco más en 2021”, expresó al medio venezolano que le entrevistó.
La segunda mujer venezolana de esta lista de 4 especialistas que estuvieron entre los primeros en recibir la dosis de Pfizer en los EE.UU. es la enfermera María Beatriz Diamantis, quien una vez se colocó el antídoto expresó que no hay que tenerle miedo a la vacuna.
Como los demás casos, ella no ha sentido efectos secundarios o adversos más relevantes que un ligero dolor en el brazo donde recibió la inyección.
