El Distribuidor de Altamira en Caracas volvió a estar tomado por militares este 30 de abril; pero no para derrocar al gobierno sino para recordar donde comenzó y terminó derrotada la intentona golpista de Juan Guaidó.
La asonada de hace 2 años intentó hacer creer al mundo que una facción rebelde habían tomado la base aérea de La Carlota y que la FANB se había alzado contra el Presidente Maduro, pero no pasó mucho tiempo para que se supiera que todo se trataba de una operación ficticia ayudada por un encuadre de cámara manipulado.
Para recordar este evento que la oposición quiere olvidar, Diosdado Cabello visitó el lugar con la ceremonia de un acto político que reivindica una victoria popular y el fracaso de la reacción que dejó para el imaginario la absurda munición de un racimo de plátanos entre sus pertrechos de guerra.
“Hoy aquí celebramos la victoria popular, la victoria del pueblo ante el fascismo (…) Hoy celebramos la victoria de la unión cívico militar” remarcó Diosdado Cabello.
De la casa a la embajada
La operación golpista según tenía la intención de liberar a Venezuela, pero lo único que consiguieron fue sacar a Leopoldo López de su prisión domiciliaria para asilarse en la embajada de España.
Cabello recordó que en el Distribuidor Altamira se concentraron las pocas fuerzas de la traición militar y casi todos los cabecillas de la oposición radical.
“Para acá se vinieron, sintieron que acá era el despacho, las oficinas donde iban a despachar, para acá se vinieron y se tomaron la foto, y después ya saben que vino: el yo no fui”, dijo el dirigente bolivariano.
Asimismo recordó que la acción fascista fue tan franca y burda que pudo bien ser neutralizada con el uso legítimo de la fuerza, pero no se hizo así.
“Era muy fácil dar una orden, levantar unos aviones y disparar contra los que estaban aquí en este distribuidor armados (…) Estábamos en el derecho legítimo de defender la patria” mencionó durante su discurso en el puente de Altamira.
No caer en provocación
Lo que pareció en su momento una ocasión perdida la reivindicó como “una lección de vida” para aquellos que siempre plantean una confrontación a muerte.
Al mismo tiempo Cabello destacó que no tomaron la opción de la fuerza, porque la devastación de todos ellos solo hubiera servido para atizar la propaganda mediática en Venezuela de que se les violaron los DD.HH. a unos militares que hicieron armas contra el gobierno.
Después de este y otros episodios de fracaso de la oposición radical, el dirigente chavista recordó que los conspiradores están hoy: “Más desunidos que nunca pero con el mismo propósito de destruir la patria”.