La noche de este 4 de mayo se escuchó un grito mexicano, justo antes de celebrar la Batalla de Puebla ocurrió otro hecho histórico que enorgullece al pueblo mexicano, Saul “Canelo” Álvarez, sigue siendo el rey del boxeo.
Con millones de espectadores en el mundo entero sintonizando esta velada desde el T-Mobile Arena, el tapatío defendió sus cuatro cinturones de la categoría supermediana ante su propio compatriota Jaime Munguía, luego de 12 round intensos que se definieron por decisión unánime de los jueces.
Al llegar al cuadrilátero, el rey Canelo paseó sus cuatro cinturones actuales. El del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y el de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Cuando decidieron ponerle fin a este evento, Canelo dijo “Tomo mi tiempo, es un poco lento, pero fuerte, pude contragolpearlo, por eso soy el mejor, no me considero el mejor de todos los tiempos, respeto a todos los peleadores mexicanos, pero soy el mejor ahora mismo”. Al final las tarjetas quedaron: 117-110, 116-111 y 115-112.
A pesar de que ambos boxeadores pretendían noquear al contrincante en el primer campanazo, ninguno lo logró. Luego de un uppercut decisivo en el cuarto round, Canelo ya podía saborear la victoria. Sin embargo, Munguía no se la puso fácil. La agresividad del campeón provocó que en el décimo se le doblaran las piernas a Munguía, quien ya no tuvo más que aguantar, soltar golpes y esperar a que se terminara la pelea.