El presidente electo de Bolivia, Luis Arce anunció que reanudará las relaciones con Venezuela, Cuba e Irán; la medida da un vuelco total a la política exterior que venía desempeñando la presidenta de facto, Jeanine Áñez.
En efecto, el restablecimiento de las relaciones con estas naciones bloqueadas y hostigadas por los Estados Unidos será una de las primeras tareas para reconfigurar las alianzas internacionales del país andino.
El único requisito es que nos respeten
En ese sentido, el político boliviano, Luis Arce manifestó su disposición a “abrir la puerta a todos los países, el único requisito es que nos respeten y respeten nuestra soberanía, nada más. Todos los países, no importa el tamaño, que quieran una relación con Bolivia; el único requisito es que nos respetemos como iguales. Si eso es así, no tenemos ningún problema”.
En el caso de Venezuela, Áñez desconoció al presidente de la nación bolivariana Nicolás Maduro; para reconocer como mandatario al parlamentario autoproclamado como jefe de Estado, Juan Guaidó.
Sumado a esto, la presidenta de facto incorporó a Bolivia al Grupo de Lima, organización creada para avanzar acciones injerencista contra Venezuela.
De la misma manera, Áñez suspendió las relaciones diplomáticas con Cuba y expulsó a los médicos cubanos que habían estado durante años; por sus presuntos vínculos con las protestas en Bolivia.
La OEA en la mira
En torno a esto, el nuevo presidente boliviano se pronunció sobre la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo informe manipulado sobre las elecciones en las que Evo Morales resultó ganador; promovió el golpe de Estado contra el líder indígena.
“De la OEA nosotros tenemos muchas observaciones sobre el trabajo que ha hecho aquí en Bolivia desde el año pasado. Lo hemos dicho claramente y si no se subsanan esos errores; nosotros vamos a seguir observando todo lo que ha hecho la OEA en Bolivia”, sentenció.