La “Voz de América” (VOA) es sin duda, uno de los medios más “venerables” por los estadounidenses, y no es para menos. Fue creada durante la Segunda Guerra Mundial para promover valores asociados a la libertad y transmitir noticias de tipo independiente. “VOA”, por su sigla en inglés, es tradicionalmente financiada por los contribuyentes, aunque se asume como propiedad del gobierno de Estados Unidos.
Trump y sus correligionarios acusan a la estatal de información por publicar “informes vergonzosos” de ser “pro China y antiamericana” y empiezan a intentar remover la directiva de la agencia que supervisa VOA y sus afiliados. Esta batalla está a punto de llegar al Congreso, en medio de un debate de encendidos colores, que podría traer repercusiones de peso para la emisora mundial.
El comité de relaciones exteriores del Senado tenía programado votar este jueves al candidato de Trump para encabezar la Agencia de Medios Globales de EE.UU., que dirige VOA y sus «hermanos»: Radio Free Asia, Radio Free Europe / Radio Liberty y Radio Martí, centrada en Cuba. Sin embargo, esa votación se pospuso el miércoles por la noche, debido a las objeciones de los demócratas. Todavía se espera que el comité controlado por los republicanos avance la nominación cuando pueda aceptarla.
El hecho de que la administración deba señalar a una emisora pública como VOA y acusarla de parcialidad pro China es una clara muestra de hasta qué punto esta administración ha perdido la cabeza con el gigante asiático. Pero especialmente es la crisis de covid-19 en su país, lo que Trump necesita invisibilizar. Si bien atacar un medio de noticias es una táctica populista muy usada por Trump, el patógeno y los estragos que está causando han obligado a la administración Trump a arreciar sus insultos contra Beijing para distraerse de sus propios problemas. Este ataque específico comenzó cuando VOA mostraba a Wuhan volviendo a la normalidad, un hecho que contrasta fuertemente con el caos en Estados Unidos y cuestiona la afirmación de que China no pudo manejar bien el virus y, por lo tanto, expone el terreno frágil del Presidente.
Esta crítica se produjo después de que esta semana, VOA calificó el encerramiento de Wuhan de China como un “modelo exitoso» para controlar la pandemia de coronavirus que fue copiado por gran parte del mundo, y luego tuiteó un vídeo del festejo de los chinos con un gran espectáculo de luces, el final de más de dos meses de cuarentena en la ciudad de Wuhan.
CORONAVIRUS
▶️ A light show against the night sky marked the end of a months' long lockdown in Wuhan, China, early Wednesday.
? China's Virus Pandemic Epicenter Wuhan Ends 76-Day Lockdownhttps://t.co/9NTcgqJM0m pic.twitter.com/Glyco7Oict
— The Voice of America (@VOANews) April 7, 2020
Esta crítica se reflejó en el sitio web oficial de la Casa Blanca, señalando con un titular provocativo: “En medio de una pandemia, la Voz de América gasta su dinero para promover las propagandas de los extranjeros”. Pero lo que más hizo enojar a la Casa Blanca fue que ese medio estadounidense dio un paso más y creó una gráfica con las estadísticas del gobierno chino para comparar el saldo de muertos en China con el de Estados Unidos. La Casa Blanca tachó de “desgracia” este acto de VOA.
En una respuesta inmediata, la directora de la VOA, Amanda Bennett, condenó en su cuenta de Twitter estas declaraciones y subrayó que sus periodistas solo reportan hechos. “Una de las grandes diferencias entre los medios independientes financiados con fondos públicos, como la Voz de América, y los medios controlados por el Estado, es que somos libres de mostrar todos los lados de un problema y en realidad estamos obligados a hacerlo por ley según lo establecido en la Carta de VOA», dijo Bennett.
Los ataques de Trump contra los principales medios de comunicación son un rasgo establecido de su presidencia, desde hace mucho tiempo. Le gusta describir a los medios que no se ajustan a su visión como «noticias falsas» y arremeter contra ellos en Twitter. Es un tema de conversación populista que sirve para evitar las críticas a sí mismo. Voice of America, sin embargo, se encuentra en un territorio desconocido, simplemente porque ésta es una emisora fundada por el gobierno de EE.UU., para ampliar una visión pro-estadounidense del mundo. En este caso, es realmente extraño que esta visión sea acusada de ser «pro China».
Trump y sus aliados han visto durante mucho tiempo a VOA con sospecha, considerándolo como un elemento de un «Estado profundo» que intenta frustrar sus políticas. Pero esa hostilidad se abrió el 9 de abril cuando el asesor de comunicaciones de Trump, Dan Scavino, publicó una historia de VOA sobre China en su cuenta oficial de Twitter con el comentario «¡Contribuyentes estadounidenses, pagando por la propia propaganda de China, a través de la Voz de América financiada por el gobierno de Estados Unidos! ¡¡DESGRACIA!!».
American taxpayers—paying for China’s very own propaganda, via the U.S. Government funded Voice of America! DISGRACE!! https://t.co/mng8oYwz4l
— Dan Scavino Jr.?? (@Scavino45) April 9, 2020
Mientras tanto, Bennett envió una nota de aliento a los empleados de VOA el lunes, instándolos a seguir siendo profesionales en medio de lo que calificó de escrutinio «incómodo». «Este tipo de escrutinio, por muy incómodo que sea, también es una gran oportunidad para nosotros», escribió en el memorando, una copia de la cual fue obtenida por la AP. «Los tiempos difíciles nos exigen ser lo mejor de nosotros mismos, redoblar nuestro compromiso de ser los periodistas éticos y profesionales que sabemos que somos todos».