Este domingo, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Haití (OCHA), informó que cerca de 70 personas murieron y otras 40 resultaron heridas, tras los enfrentamientos entre bandas rivales, del 14 al 19 de abril.
El ente detalló que entre las víctimas, 18 mujeres murieron y 12 resultaron heridas, y al menos 2 menores perdieron la vida.
“La situación humanitaria y de seguridad en muchas zonas de Cité Soleil, ha alcanzado niveles alarmantes. Las mujeres y los niños son particularmente vulnerables a la brutalidad de las pandillas“, reza el comunicado.
Libertad secuestrada
Asimismo, la OCHA destacó que estos enfrentamientos están privando a la población de su libertad de movimiento y acceso a bienes y servicios esenciales, y en algunos casos han obligado al cierre de escuelas y centros de salud.
Por su parte, la coordinadora Humanitaria en Haití, Ulrika Richardson, expresó: “Los combates están haciendo estragos en Cité Soleil. La situación en Brooklyn, por ejemplo, es dramática. La población se siente sitiada. Ya no pueden salir de sus hogares por temor a la violencia armada y el terror de las pandillas“.
Además, agregó que la población de Cité Soleil sufre altos niveles de inseguridad alimentaria y es uno de los epicentros del último brote de cólera. “Las lluvias torrenciales de las últimas semanas han empeorado las condiciones sanitarias y de vida en el barrio”.
En este sentido, Richardson reiteró la necesidad del paso sin trabas de la ayuda humanitaria; así como la protección y el respeto de la salud, la educación, el personal humanitario y las infraestructuras esenciales, incluido el suministro de agua.
“Las personas deben poder acceder de manera segura a los servicios básicos, los productos básicos y la asistencia humanitaria. Sobre todo, deben poder vivir con seguridad y dignidad“, agregó.
Por último, es importante destacar que la crisis socioeconómica y política se ha recrudecido en los últimos meses en Haití, que sufre una espiral de violencia y la reaparición del cólera, que ya ha causado cerca de 600 muertes en el país, desde octubre de 2022. Todo ello llevó al primer ministro haitiano, Ariel Henry, a pedir el envío de una fuerza extranjera, una solicitud aún sin respuesta concreta.