El capitán Víctor Alejandro Pimienta Salazar desertó de la Guardia Nacional tras participar en el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019, bajo las órdenes de los opositores involucrados en varios planes golpistas y de magnicidio, Leopoldo López y Juan Guaidó.
Pimienta es además uno de los mercenarios capturados, perteneciente al grupo paramilitar que intentó ingresar con armamento de guerra para cometer ataques contra instituciones y funcionarios gubernamentales de Venezuela. Como otros, ha confesado ante las autoridades los vínculos entre narcotraficantes colombianos, voceros de la derecha y otros desertores militares.
“Me entero que existió una organización no gubernamental denominada Futuro Presente la cuales era utilizada por el ciudadano Rayder Russo alias Pico (implicado en el magnicidio frustrado de agosto de 2018) y representada legalmente por el ciudadano Juan Torres (creador de la fundación junto a político Yon Goicochea)”, expresa Víctor Pimienta.
Declaró el desertor que el objetivo de la mencionada ONG era “la obtención de recursos y así a su vez realizar los alquileres de los inmuebles donde harían vida estos tres grupos y cualquier tipo de trámite legal que ameritaran en el país de Colombia”.
En su testimonio Pimienta destaca que “estos ciudadanos antes mencionados (vinculados a la Fundación Futuro Presente), a través de esa organización no gubernamental, obtenían recursos por parte de empresas y políticos en el exterior”.
Agregó que luego de su llegada a los campamentos ubicados en la localidad colombiana de Riohacha, Rayder Russo (alias Pico) se retira y él mismo (Pimienta) asume las funciones de administrador de los recursos que recibían para el sustento de las operaciones terroristas.
“Quedé a cargo de la administración de los recursos, los cuales me eran otorgados por el mayor general Cliver Alcalá Cordones, específicamente la cantidad de 1.500 dólares semanales. Unas veces me eran entregados en efectivo, otras veces me eran entregados a través de la casa de remesas Western Union”, señala.
“Luego de la entrega del mayor general Clíver Alcalá a la justicia estadounidense, nos dirigimos hacia el sector de la alta Guajira donde fuimos recibidos por un narcotraficante colombiano apodado doble rueda, quien nos apoya con alimentación y alojamiento durante nuestra permanencia en ese sector». expresa en su confesión Víctor Pimienta Salazar.