La vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, supervisó el proceso productivo de Lymtex, una empresa con 66 años de experiencia en la industria textil. La visita de Rodríguez enfatizó la importancia de esta compañía para el desarrollo de la economía y el impulso de nuevos emprendimientos en Venezuela.
El gobierno busca apalancar la industria nacional con políticas que fortalezcan la producción de bienes y servicios de calidad, y la inspección a Lymtex demuestra el compromiso del gobierno con el sector productivo del país.
Durante su visita a la textilera, la vicepresidenta llamó al sector industrial a «activar lo hecho en Venezuela». En este sentido, instó a las empresas a «buscar los equilibrios para satisfacer los bienes y servicios a la población venezolana». Rodríguez destacó el valor de Lymtex como modelo de desarrollo al resaltar que la empresa tiene un Programa Nacional de Aprendizaje. Este programa permite a 15,000 jóvenes en todo el país aprender un oficio directamente en la fábrica, lo cual fomenta el desarrollo de habilidades y el empleo juvenil.
A su vez inspeccionó el proceso de elaboración de uniformes escolares, un producto clave para los planes sociales del Estado. Ella señaló que “seguimos por esta senda viendo la economía comunal, la economía del emprendimiento, la economía industrial y cómo las industrias venezolanas pueden encadenarse”.
Un ejemplo de esta cadena productiva es Lymtex, que aunque inicia con hilo importado, fabrica sus propias telas, las cuales se utilizan en los planes especiales del Estado. Esta integración productiva es un ejemplo de cómo las empresas pueden adaptarse y contribuir a la economía nacional.
Por consiguiente, la vicepresidenta reiteró la necesidad de seguir trabajando por la economía venezolana. En un contexto de graves amenazas y agresiones contra el país, el fortalecimiento de la producción nacional se ha vuelto una prioridad. El gobierno, a través de sus políticas, promueve la resiliencia económica y la soberanía.
La supervisión de la vicepresidenta a Lymtex envía un mensaje claro al sector industrial: el gobierno los apoya y los considera un pilar fundamental para el futuro del país. El esfuerzo de empresas como Lymtex demuestra que es posible prosperar y contribuir al bienestar de la nación, incluso en un ambiente difícil. Venezuela está comprometida con su desarrollo.
