Mientras las calles de Colombia permanecen encendidas bajo la represión de los cuerpos de seguridad, desde el pasado 28 de abril, las autoridades de ese país voltean la mirada para atacar nuevamente a Venezuela; como lo hizo en esta oportunidad la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez.
Ante esta arremetida, Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela, salió al paso a los señalamientos, con los que ahora pretenden culpar al presidente Nicolás Maduro de la violencia desatada contra los colombianos que protestan para rechazar las medidas tributarias de Duque.
Aunque la señora Ramírez afirma que el Gobierno Bolivariano «pretende exportar su modelo a Colombia», las imágenes y testimonios que difunden los medios hablan de rechazo al modelo que los grupos de poder tratan de profundizar en el país vecino.
En tal sentido, Delcy Rodríguez respondió con un recordatorio de récord que tiene Colombia como primer exportador de sustancias estupefacientes en el planeta. En medio de «un proyecto imperial fracasado que condena a su pueblo a la peor crisis».
Además, en publicaciones mediante su cuenta de la red social Twitter, la vicepresidenta venezolana desestimó los señalamientos que emiten desde la Casa de Nariño. Lamentó que ese gobierno dispare y asesine a su propio pueblo; el cual expresa su necesidad de encontrar respuestas efectivas a los problemas sociales que atraviesan.
No hay peor ciego q el que no quiere ver.. la Doña @mluciaramirez y su gobierno trabajan para la oligarquía colombiana, el narcotráfico y el paramilitarismo dando la espalda a su pueblo. Colombia está en la calle reclamando justicia social, inclusión y recibe balas como respuesta https://t.co/yeymXo1bAJ
— Delcy Rodríguez (@delcyrodriguezv) May 6, 2021
Mientras, Colombia sigue en llamas
Los ataques de la vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, se producen como apoyo a señalamientos que anteriormente emitió el mandatario saliente de Ecuador, Lenín Moreno; contra el jefe de Estado, Nicolás Maduro.
Mientras tanto, su país mantiene las jornadas de protestas que ya llevan más de una semana. En ellas, los aparatos represivos han asesinado al menos a más de 20 personas, según reportes oficiales. Por otra parte, se habla de cerca de 100 desaparecidos y 800 heridos.
De igual manera, la opinión pública internacional ha sido testigo del silencio de entes como la Organización de Estados Americanos (OEA); así como dependencias de Naciones Unidas en Derechos Humanos y gobiernos tanto de Europa como el de Estados Unidos.
Tras varios días de masacres la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) finalmente expresó su condena contra “el uso excesivo de la fuerza” por parte de efectivos policiales y militares en varias ciudades colombianas.