El Tribunal Supremo de Justicia consideró procedente iniciar la solicitud de extradición contra el ciudadano Clíver Alcalá Cordones, acusado de homicidio intencional frustrado contra el presidente Nicolás Maduro, después de participar directamente en la planificación y organización de la Operación Gedeón, ejecutada el pasado 3 de mayo.
El general también es acusado de delitos de traición a la patria, tráfico ilícito de armas de guerra, terrorismo y asociación para delinquir.
Todo eso justificado en los artículos 128 del Código Penal y 38, 52 y 37 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.
Además, el máximo juzgado del país informó que la solicitud es procedente y ya inició los trámites.
Del mismo modo, garantizaron que la pena que recaiga en su contra considerará el tiempo detenido en Estados Unidos.
Venezuela espera respuesta de las autoridades gringas para la extradición y que el prófugo pague en el país por sus crímenes.
Sala de Casación Penal del TSJ declaró procedente solicitar a EE.UU. extradición de Cliver Alcalá Cordones https://t.co/7dtC37okOD pic.twitter.com/2xWUf49rt9
— TSJ Venezuela (@TSJ_Venezuela) November 4, 2020
Conspiración y traición
El militar retirado traicionó su uniforme al sublevarse contra el Comandante en Jefe Nicolás Maduro y huyó a Colombia para conspirar.
Alcalá confesó en sus redes sociales y en entrevistas a medios colombianos que Juan Guaidó firmó un contrato mercenario para atacar a Venezuela. El mismo militar dijo además que contrató a desertores para entrenar en campamentos paramilitares en Colombia con fines bélicos.
Además fue el primero en anunciar sobre el contrato con la empresa mercenaria Silvercorp para la ejecución de un magnicidio.
Mis declaraciones ante las noticias que circulan el día de hoy 1/4 pic.twitter.com/NacAnfa7gx
— Cliver A. Alcalá C. (@cliver2013) March 26, 2020
Agente de la DEA
Asimismo, se ha podido determinar que Alcalá es agente de la DEA y está vinculado al narcotráfico colombiano, que produce el 80% de la droga del mundo.
Durante la investigación de la Operación Gedeón, Estados Unidos armó una trama, ofreciendo 10 millones de dólares por la cabeza del militar, quien debió entregarse a la DEA de Colombia para llevarlo al país norteño.
Toda la detención causó suspicacias porque no se cumplieron los protocolos y pareció un vulgar montaje.