La cancillería venezolana denunció mediante un comunicado “el ingreso furtivo” su Zona Contigua, del buque de guerra estadounidense USS Pinckney (DDG-91).
Así lo dio a conocer el ministro de Relaciones Exteriores Jorge Arreaza, a través de su cuenta en la red social Twitter @jaarreaza.
El pronunciamiento del gobierno venezolano rechaza la acción por considerarle un “inexcusable acto de provocación que pretende menoscabar nuestra soberanía e integridad territorial”.
El texto oficial expone ante la comunidad nacional e internacional la agresión que implica el acercamiento del buque militar estadounidense apenas a 16,1 millas náuticas de las costas venezolanas.
Detalla que la navegación del barco destructor “se ejecuta como resultado de la reciente visita de Donald Trump al precitado comando militar en Florida, en su desesperada campaña por atraer el voto latino en ese estado a cambio de la permanente e ilegal agresión contra Venezuela”.
El gobierno venezolano ratifica el compromiso de sus instituciones y en especial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana; para hacer respetar a toda costa la soberanía territorial.
En ese sentido reafirma su disposición de emprender “todas las acciones que considere necesarias, sin caer en absurdas provocaciones que pretenden afectar la paz y tranquilidad de los venezolanos y venezolanas, así como de los pueblos latinoamericanos y caribeños”.
Violación al derecho internacional
El comunicado del gobierno venezolano aclara que el buque destructor navegó a 16.1 millas náuticas de la costa nacional.
Según el derecho marítimo internacional las primeras 12 millas náuticas corresponden al mar territorial del país; y las primeras 24 millas náuticas también incluyen la Zona Contigua.
De manera que la embarcación estadounidense estuvo dentro de esa extensión marítima legalmente denominada Zona Contigua, en la cual un Estado soberano tiene jurisdicción.