Las encuestadoras Hinterlaces e International Consulting Services (ICS), revelaron importantes datos sobre la mayor y menor aprobación en torno a la gestión de presidentes latinoamericanos frente a la pandemia. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro resultó con una alta aceptación.
El equipo de Hinterlaces.net presentó algunas cifras respecto a los gobiernos con mejor y peor aprobación basándose en publicaciones de los países referidos, que citan encuestadoras y estudios de medios de comunicación. Asimismo, los datos investigados por Hinterlaces fueron registrados entre mayo y julio de 2020.
En este sentido, se resaltó 3 datos:
- 79,5% de argentinos aprueba las medidas tomadas por su gobierno frente al covid-19 según la encuestadora Ipsos. Le siguen en este ranking Uruguay (77,8%) y Paraguay (76,7%)
- Ecuador es el país peor evaluado con 14%. Chile (27,3%) y Brasil (35%) le siguen como los peor percibidos en cuanto a la gestión de las acciones para enfrentar la pandemia.
- Venezuela está en los lugares más altos, después de Paraguay con 74% de aprobación, según la encuesta publicada por Hinterlaces en el mes de mayo.
Entretanto, la encuestadora ICS dio a conocer los resultados de un estudio de opinión desarrollado entre el 17 de mayo y el 2 de junio, basado en 3 mil entrevistas telefónicas, con una cobertura nacional, nivel del confianza de 95% y margen error de 2%.
Al consultar sobre ¿Quién es el líder o presidente que mejor ha controlado la pandemia en su país? Los resultados ubican al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en primer lugar con 67,1%. Luego los siguientes mandatarios: Pedro Sánchez 5,8%, Luis Lacalle 3,5%, Nayib Bukele 1,7%, Daniel Ortega 1,2%, Iván Duque 1,2%, López Obrador 0,6%, Sebastián Piñera 0,6% y Mario Abdo Benítez 0,6%.
La gestión neoliberal en pandemia
Países como Ecuador, Chile y Brasil, han tenido un manejo crítico de la salud y la economía frente a la crisis de la pandemia. Han registrado dramáticas cifras de contagios y fallecimientos a causa de la enfermedad por covid-19.
Brasil, el primer país de América Latina en reportar un paciente infectado (el 26 de febrero pasado) y el segundo país más afectado en términos globales, suma más de 1.668.589 afectados y una cifra de decesos que superó los 66.741. El gobierno del presidente Jair Bolsonaro minimizó la problemática, a la que ha catalogado como una «gripecita«, estando actualmente afectado por la enfermedad el propio presidente.
El gobierno neoliberal de Bolsonaro se niega a aplicar una cuarentena como lo han hecho ya casi todos los países, porque considera que frenar la economía provocará un «desastre». En este sentido, se ha enfrentado a gobernadores de su país que han aplicado internamente un aislamiento social ante el incremento exponencial de casos, ya que para Bolsonaro primero es el dinero antes que la vida.
En el caso de Ecuador, el Gobierno de Lenín Moreno Garcés se ha visto desbordado ante la cantidad de casos de coronavirus, hasta el día de hoy registra 63.245 casos positivos y 4.873 fallecidos. Es el mandatario peor evaluado de la región, y tiene el mayor número de fallecidos después de Brasil.
Moreno, enfrenta una pésima reputación neoliberal al pactar una agenda neoliberal que incluyó un acuerdo con el FMI, el Banco Mundial (BM) y otras instituciones financieras internacionales, que deja a Ecuador endeudado al menos por las próximas 3 décadas.
La incompetencia del mandatario nacional ha generado debilidad institucional, crisis política, decrecimiento económico, endeudamiento, corrupción y una emergencia sanitaria sin precedentes.
Chile, otro país gobernado por la derecha, ya suma 6.573 víctimas fatales y 303.083 contagiados. El país padece los embates de la pandemia, con sistemas de salud privatizados y colapsados.
Bajo el mandato neoliberal de Sebastián Piñera, la población no puede acceder a los servicios asistenciales ni hacerse las pruebas diagnósticas necesarias para detectar el coronavirus ya que una prueba molecular o PCR cuesta aproximadamente 200 dólares, la llamada prueba rápida cuesta 60 dólares, el ingreso a una clínica para ser tratado por la enfermedad 22 mil dólares y de 60 a 80 mil, en caso de que se presenten complicaciones de salud.
La política del mandatario chileno en medio de la pandemia ha estado determinada por la protección de la economía, de hecho, a finales de abril comenzó a considerar el retorno de la normalidad.
