La Unión Europea (UE) rechaza la amenaza de EE.UU. con imponerles sanciones si siguen adelante con el desarrollo del gasoducto NordStream2, el cual surtiría al continente de gas ruso. Para el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, la imposición de sanciones son contrarias al derecho internacional.
Este miércoles el Secretario de Estado de los EE.UU., Mike Pompeo, advirtió a sus aliados del viejo continente que se “arriesgaban a consecuencias” si no se salían ahora del proyecto que contempla más de 1.200 kilómetros de tuberías por debajo del Mar Báltico.
Para Borrell la amenaza de Washington es “preocupante”, ya que prometen afectar los intereses de las compañías europeas si no obedecen sus órdenes.
Adicionalmente Borrell comentó que las políticas europeas deben determinarse en Europa y no por terceros; y remarcó que es ilegal la aplicación extraterritorial de sanciones.
Qué es Nord Stream 2
El proyecto es un gasoducto que busca surtir al norte de Europa con gas ruso. La construcción permitiría duplicar el suministro en el continente y beneficiaría a unos 26 millones de hogares.
La obra de 1.230 kilómetros de tubería serviría para aliviar los bolsillos de los europeos, quienes pagan actualmente altos costos por la energía.
Además del NordStream2 para el norte de Europa, EE.UU. también advirtió a Turquía por el TurkStream que surtiría de gas ruso a ese país.
Probar de la misma medicina de la amenaza
Europa reacciona contra el chantaje de sanciones de EE.UU. calificándolas de violación al derecho internacional; pero el bloque se contradice cuando no rechaza las sanciones contra Venezuela.
Borrell reclama para Europa el derecho por determinar sus propias políticas, pero actúa diferente en el caso venezolano cuando se involucra en los asuntos internos del país.
Con las advertencias de EE.UU. a Europa, el viejo continente prueba de su propia medicina y reclama el cumplimiento de un derecho internacional que ellos también violan.