Tutelaje reforzado: conozca cómo la oposición venezolana aumenta subordinación a EE.UU.

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El expediente de subordinación y sumisión a los intereses imperiales de un sector opositor del país es tan amplio como bochornoso. Recientemente se ha comprobado que la Oficina Externa para Asuntos de Venezuela mueve las fibras del accionar de los diversos líderes del Grupo de Cuatro (G4), integrado por Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo.

Estados Unidos siempre ha intervenido en los asuntos internos de la nación por intermedio de los opositores que se han doblegado a sus designios.

Además, Washington es epicentro para generar conspiraciones, desestabilización, invasión y golpes de Estado durante toda su historia.

Guaidó aceleró la intervención

La autoproclamación de Juan Guaidó el 23 de enero de 2019 incrementó la presión, bloqueo y agresión contra el país.

Asimismo, ha evidenciado el servilismo que le profesan los opositores radicales a quienes buscan retomar el control de los intereses de la República.

La referida oficina ha servido para levantar informes para que el Departamento de Estado y la Oficina de Control de Asuntos Extranjeros (OFAC) emprendan medidas coercitivas contra Venezuela.

Revelando información estratégica de la nación han generado más de 300 sanciones, dos leyes y 7 renovaciones del decreto imperial de Obama.

Sanciones son un negocio

Del mismo modo, solicitar sanciones y bloqueos contra el país se ha convertido en un negocio rentable para la oposición, que se ha enriquecido. La cúpula que maneja el G4 y sus más cercanos secuaces se han hecho millonarios a costilla del pueblo, que padece un dura era.

Ese supuesto argumento de que las sanciones son solo para el presidente Nicolás Maduro y el Gobierno ya no tiene asidero.

30 millones de venezolanos y venezolanas han sufrido la crueldad del bloqueo genocida, condenado por la especialistas como delitos de lesa humanidad.

Objetivos infructuosos

Desde enero de 2019 el ilegal e inexistente gobierno interino solo ha robado miles de millones de dólares para su peculio.

La prometida transición, elecciones libres y cese de la usurpación ya no tienen cabida en los intereses de quienes impulsaron esas iniciativas.

De igual manera, ahora se debaten entre artimañas jurídicas ilegales para extender su presencia en el parlamento y apropiarse de más bienes y recursos.

La promoción de una consulta para un pacto unitario lanzado por Guaidó, ya fracasó en su objetivo de disminuir el impacto democrático de las elecciones parlamentarias.

En la desesperación de los opositores el pueblo reconoce sus viles intereses porque perdieron toda credibilidad. 

 

 


 

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