El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que ya tiene un comprador para la popular plataforma TikTok. Esta noticia busca asegurar la continuidad de la aplicación en territorio norteamericano, eliminando la incertidumbre que ha rodeado su futuro en el país. El anuncio se realizó durante su participación en el programa Sunday Morning Futures de Fox News, generando expectativas sobre la identidad de la empresa y los detalles de la operación.
Durante la entrevista, el mandatario republicano describió al comprador como una importante y «muy rica» empresa tecnológica. Sin embargo, Trump mantuvo en secreto el nombre de esta compañía, añadiendo un elemento de misterio a la transacción. Además, indicó que la concreción de la operación requerirá la aprobación de China, lo cual subraya la complejidad geopolítica de este acuerdo. El presidente adelantó que el anuncio oficial del comprador se realizará en aproximadamente 2 semanas, lo que mantiene a la expectativa a usuarios y analistas del mercado tecnológico.
Esta decisión presidencial responde directamente a una ley aprobada durante el mandato de Joe Biden. Dicha legislación exige a TikTok desligarse de su matriz china, ByteDance, y encontrar un inversor que no sea catalogado como un «adversario» nacional antes del 20 de enero. De no cumplir con esta normativa, la aplicación se enfrentaba a una prohibición total en Estados Unidos, lo que habría afectado a millones de usuarios y creadores de contenido. Por lo tanto, la búsqueda de un comprador ha sido una prioridad para la continuidad de TikTok en el mercado estadounidense.
Extensiones y relación de Trump con TikTok
Inicialmente, en enero, y al no lograrse un acuerdo, TikTok dejó de funcionar por algunas horas en Estados Unidos. Sin embargo, Trump firmó rápidamente una orden ejecutiva que otorgó una prórroga inicial de 75 días para resolver la situación. Posteriormente, en abril y junio, el presidente extendió estos plazos hasta septiembre, demostrando su interés personal en que se concretara una venta viable. Estas extensiones han sido cruciales para dar el tiempo necesario a las negociaciones y evitar un cese abrupto del servicio.
Es importante destacar que Trump ha expresado tener «un punto débil con TikTok». El presidente considera que la plataforma jugó un papel significativo en su popularidad entre los jóvenes durante las elecciones recientes. Esta percepción personal probablemente influyó en su determinación de encontrar una solución que permitiera a la aplicación seguir operando bajo una nueva propiedad. La venta de TikTok representa no solo un movimiento empresarial estratégico, sino también una jugada política con implicaciones considerables para la próxima campaña electoral. El tiempo dirá si este comprador logra satisfacer todas las expectativas y requisitos regulatorios.