The New York Times: Trump heredó experiencia en evasión de impuestos

Dicen que “detrás de una gran fortuna hay un robo”, una frase de 8 palabras que bien parece ser la conclusión exacta del reporte más largo en la historia del The New York Times en el que describe la amplia y sostenida trama de presunta evasión de impuestos de Donald Trump al fisco nacional.

El trabajo de 13 mil palabras es el término de una investigación periodística que revela que el ahora presidente de los EE.UU. no ha sido del todo honesto sobre su fortuna; y que es un ejemplo más de la perniciosa tradición de magnates que recortan sus contribuciones fiscales con gambetas legales solamente accesibles para millonarios.

El reporte despejaría la razón de porque siempre se ha opuesto a revelar sus declaraciones de impuestos durante la campaña y luego como Presidente.

La investigación al menos descubre que el padre de Trump habría ayudado a sus hijos con contribuciones que rondan los mil millones de dólares; lo cual desmontaría el mito del Presidente de que hizo prácticamente solo, toda su fortuna.

De todo este dinero, Trump al menos había pagado un 5% y no el 55% que correspondía por ley en el momento que recibió la generosa donación de su padre.

Desmontando mitos

También el texto del The New York Times describe que, en contra de la mitología sembrada por Donald Trump de haber sido un desamparado en medio de una familia de millonarios, sí contó con la ayuda y protección de su padre, Fredd Trump, quien cuidó y salvó a su hijo de varios malos negocios.

Sobre la revelación de supuesta evasión, los abogados del presidente habrían despachado la publicación como “acusaciones falsas” y defendió al presidente que los asuntos fiscales “fueron manejados por otros miembros de la familia Trump que no eran expertos y, por lo tanto, dependieron por completo de los antes mencionados profesionales certificados para asegurarse de que se cumpliera absolutamente con la ley”.

Sobre la donación de mil millones del padre de Trump a sus hijos, el hermano del presidente Robert Trump habría respondido que “todas las declaraciones de impuestos apropiadas por donaciones e impuestos estatales fueron presentadas y los impuestos requeridos fueron pagados”.

Un patrón de engaño

La investigación periodística también describe que “las maniobras fiscales de los Trump muestran un patrón de engaño” que normalmente aceptan las cortes y el servicio interno de impuestos, ya que las grandes fortunas aprovechan las lagunas que dejan servidas las leyes.

Bueno sí con un poco de ayuda: un préstamos de un millón de dólares que convirtió en un enorme patrimonio que encarna la materialización del “sueño americano”.

Un hijo codicioso

Para tributar a la fortuna y éxito de Donald, Fred Trump habría levantado al menos unas 295 fuentes de distintos ingresos para su hijo, uno muy ingrato que en el momento de que estuvo enfermo en 1990, maniobró para cambiar en vida la herencia de su padre y quedar como el ejecutor principal de todo su patrimonio, una propuesta que Fred Trump rechazó.

Sobre estas y otras sospechas acerca de la honestidad de Donald Trump a la hora de pagar sus impuestos, revela que ha sido un hábil millonario conocedor de las puertas traseras de las leyes; y que alardea ser la encarnación del perfecto americano trabajador que se hizo a sí mismo gracias a haber “nacido en el país de las oportunidades”.

 

 


 

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