The New York Times evidencia su “ingenuidad letal” en reportaje sobre caos fronterizo colombiano

“El destino y la vida de la población fronteriza (entre Venezuela y Colombia) no es exactamente una preocupación, ni para el New York Times, ni los gobiernos de Colombia y Estados Unidos; mucho menos para las ONG de derechos humanos que se asumen como ‘fuentes primarias’ de las organizaciones de alcance global”. Esto manifestó el canciller Jorge Arreaza en un comunicado dirigido al medio estadounidense The New York Times  en reclamo a una nota publicada el pasado 26 de abril que, según el diplomático, pretende mantener un sesgo contra Venezuela y sus esfuerzos por mantener la paz en la frontera con Colombia; abandonada por el gobierno del país neogranadino a la suerte de los grupos irregulares.

La referida nota titulada sesgadamente como: “Grupos terroristas se instalan en Venezuela mientras crece la anarquía”, es un “intento asombroso y desvergonzado de trasladar hacia Venezuela los síntomas que viene padeciendo Colombia desde hace años”.

“Ingenuidad letal”

En este artículo claramente parcializado y no basado en hechos fidedignos, culpan al Estado venezolano de la supuesta instalación de grupos insurgentes colombianos en grandes extensiones del territorio nacional. De hecho aseguran que la nación está en “ruinas”. Además que debido a eso, los pobladores confían en que estos grupos irregulares pueden asegurarles el suministro de ciertos servicios públicos.

Sin embargo, Arreaza manifiesta que “considerar lo que pasa en la frontera como un asunto de incapacidad estatal y dejadez tercermundista es de una ingenuidad letal”. La realidad es que el caos emana desde el lado colombiano en dirección a la frontera venezolana. Esto data desde comienzos del siglo en un país con un conflicto interno de más de 6 décadas.

De hecho, en gran parte de esta nota se señala a grupos como el ELN, disidentes de las FARC o mafias del narcotráfico como culpables de la situación de inestabilidad social en la Guajira, pero, ¿de dónde provienen estas células? Pues de Colombia. Aunque de esta manera intentan tergiversar el tema e inculpar al Estado venezolano.

El papel del corresponsal

Entretanto, Caracas

Por su parte, en la misma noción mencionada por la cancillería venezolana, el periodista asegura que “en cierto sentido, eres un mercenario”. Uno que puede proveer información a una clientela en particular según intereses propios o de la corporación. Por lo tanto; la denuncia expresa que esta lógica periodística ayuda a entender la verdadera intención que hay de tras de estos mal llamados trabajos periodísticos.

¿Fórmulas intervencionistas?

El gobierno venezolano denunció que NYT recurre a la aplicación de “las mismas fórmulas con las que justificaron las invasiones a Irak y Libia; y el golpe de Estado en Bolivia en 2019“. Tuvieron el propósito de “aumentar la presión intervencionista” y así intentar “derrocar” al Gobierno venezolano.

Asimismo espetó que “Queda en evidencia una intencionalidad por parte de The New York Times (NYT) para promover una campaña de descrédito contra Venezuela, basada en testimonios anónimos dudosos, y la incorporación de supuestos expertos cuya actividad política contraria al Gobierno Nacional Bolivariano es ampliamente conocida”.

 


 

Daniela Jiménez: