Las molestias se acercan a su fin, con las tarjetas de débito en dólares que comienza a emitir la banca pública y privada venezolana. Ya los usuarios ya no tendrán que hacer malabares para realizar sus transacciones cotidianas. Sí, gradualmente, los ciudadanos podremos decir adiós al redondeo hacia arriba de los comerciantes. Así como a la compra forzada de productos que no necesitamos, porque con este mecanismo se podrán cancelar con dinero plástico todas aquellas operaciones tasadas en divisas.
Ya existen al menos 4 bancos nacionales que están ofreciendo este nuevo instrumento. Destacan el estatal Banco del Tesoro, a cargo de la también ministra del Poder Popular para el Comercio Nacional, Eneida Laya Lugo. Y el privado Banco Nacional de Crédito.
La solicitud de estas tarjetas de débito es bastante sencilla. Obviamente se requiere ser cliente del banco respectivo. Tener ya abierta una cuenta en dólares y llenar el formato digital para la respectiva solicitud.
Fáciles de usar
Una vez aprobada y entregada, el uso de las tarjetas también es sencillo. Básicamente estos instrumentos van a a operar como lo hacen las tarjetas de débito tradicionales en bolívares. Es decir, usted las va a poder deslizar por la red de puntos de venta dentro del territorio nacional. La diferencia es que los montos no se cargarán a su cuenta en Bs., sino a sus posiciones en divisa.
Por otro lado, los comerciantes no recibirán dólares, sino el monto equivalente en Bs. a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela. De este modo, se cumplen varios objetivos en simultáneo: por un lado se formaliza el tipo de cambio oficial como la única referencia, se fortalece el uso de bolívares para operaciones internas y se facilita que los usuarios cancelen en dólares en moneda extranjera.
Mientras dura la contingencia en esta etapa de férreo bloqueo, el gobierno ha permitido este mecanismo dual de pagos, como una forma de permitir la reactivación económica. Y, así, oxigenar a la maltratada economía nacional. No obstante, la idea es que en este esquema transitorio, se fomente el uso de bolívares para transacciones internas y la tenencia de dólares como una posibilidad de ahorro.
Asimismo, los dólares que se descuentan de cada transacción particular serán vendidos al Banco Central de Venezuela, quien a su vez tendrá mayores posibilidades de intervenir en la mesa de operaciones cambiarias en defensa de un tipo de cambio más estable. Lo que a la postre resultará beneficioso para toda la ciudadanía.