Suecia y Finlandia abordaron la posibilidad de abandonar su neutralidad a largo plazo y unirse al bloque bélico. Según la información publicada por el diario The Times, citando a funcionarios estadounidenses, ambas naciones parecen estar preparadas para ingresar en la OTAN.
Según el medio estadounidense los funcionarios dijeron que el ingreso en la OTAN de ambos países nórdicos fue «un tema de conversación y de múltiples sesiones». Esto, durante las conversaciones entre los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza, a las que asistieron Suecia y Finlandia.
Por su parte, el Gobierno de Rusia tildó de «poco inteligentes» las declaraciones públicas lanzadas sobre una posible adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN.
«Son declaraciones poco inteligentes y no basadas en los hechos» indicó la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova.
Zajárova además manifestó que estas declaraciones son «una especie de propaganda y provocación que no responden a los intereses de los pueblos de estos países, sino a los de la Alianza».
Previamente
A mediados de enero, el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, aseguró que ambos países cumplen con los estándares de defensa de la OTAN y que podrían sumarse rápidamente al bloque.
Zajárova por su parte, a finales de febrero, declaró sobre las posibles consecuencias para Finlandia y Suecia en caso de decidir entrar en la OTAN.
«Es evidente que la adhesión de estos países a la Alianza, que es principalmente un bloque militar, tendría graves consecuencias militares y políticas que requerirían que nuestro país tome medidas recíprocas».
La decisión final de Suecia y Finlandia
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, señaló que la decisión final del país nórdico sobre su entrada en la OTAN se tomará «en semanas».
«No puedo dar un tiempo exacto, pero la decisión se tomará rápido. (…) Sería positivo si Finlandia y Suecia pudieran tomar soluciones similares acerca de la OTAN en un mismo plazo similar». Señaló Marín en una rueda de prensa celebrada en Estocolmo.
A su vez, Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia, remarcó la necesidad de «analizar las cosas con mucho cuidado».
«Uno debe sopesar todos los pros y los contras de entrar. Es una situación muy grave que tenemos que tratar con mucha seriedad. Así manejaré el tema»; manifestó Andersson.