El diputado, Stalin González, renunció públicamente al partido Un Nuevo Tiempo (UNT) de Manuel Rosales. Con estas acciones, el dirigente opositor también le deja el pelero al denominado G-4 (Conformado por Primero Justicia, AD, UNT y Voluntad Popular). Asimismo, rechaza la estrategia abstencionista y se decanta por la vía electoral.
En carta pública, González expresa su desacuerdo con la decisión del partido UNT de no inscribir candidaturas en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020. Sostiene que en medio de la pandemia no fue posible dar un debate más amplio sobre el tema.
Con respecto a sus prioridades en la lucha política, González expresó lo siguiente: «En lo particular, ese objetivo es lograr superar la pobreza, vivir en un país con igualdad de oportunidades para todos y que nos permita progresar como sociedad. Tengo la convicción de que eso solo se alcanza a través del cambio político. Cambio que debemos decidir los venezolanos a través de elecciones libres«.
#ÚLTIMAHORA | Stalin González renuncia al partido Un Nuevo Tiempo (UNT) debido que la organización reiteró que no participará en elecciones. pic.twitter.com/1hN507d37d
— REDRADIOVE (@RedRadioVe) September 2, 2020
Unidad lejana
La separación de González se da en un momento crucial: por un lado Juan Guaidó hace esfuerzos desesperados por concretar una unidad en torno a su figura, que se ha estrellado con el rechazo y la indiferencia. Y por otro figuras destacadas del G-4, como Henrique Capriles Radonski, también han montado tienda aparte y han declarado públicamente que van a votar el 6-D.
El dilema en el seno de las fuerzas opositora cada vez se hace más apremiante, por un lado los factores radicales siguen en la apuesta suicida del abstencionismo, pero también han surgido voces que quieren participar y dirimir las diferencias en paz.
Nuevamente, las oposiciones tienen frente a sí un enorme desafío. Mientras terminan de concretar acuerdos internos que nunca llegan, el tiempo avanza y también el cronograma estipulado por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Todo parece indicar que el liderazgo que abrace la opción abstencionista se quedará cada día más solitario.