Desde la irrupción del brote de COVID-2019 en la República Popular China, el mundo ha declarado una emergencia por la rapidez con la que se propaga el Coronavirus, sin embargo el Ministerio de Salud de China ha confirmado el descenso en el número de casos que los afectan al país asiático, dando por superado el pico de la infección.
En cifras:
Mientras tanto en occidente
El Presidente de los Estados Unidos (EE.UU.) Donald Trump se ha burlado de la enfermedad en reiteradas oportunidades, mientras que el pueblo de los EE.UU. se enfrenta a los altos costos de un sistema de salud totalmente privado y sin una política que los ayude a enfrentar la crisis.
Por su parte, Europa queda como el nuevo foco de la pandemia que se evidencia en el deterioro de su sistema de salud, que comparado con la rápida acción del gigante comunista asiático, se queda en pañales, poniendo en dudas la eficacia del modelo “capitalista occidental” frente a la propuesta “Estatal china” que en tiempo record dio un giro en el combate del Covid-19.
El modelo chino de control estatal de la crisis, su eficiencia y capacidad de respuesta a la emergencia sanitaria ha tomado a los países occidentales por “sorpresa” y ha dejado en ridículo el sistema de salud privado de sus países, que abandona al libre albedrío el tratamiento de la enfermedad; en el que si no pagas te mueres.
Por otro lado, los médicos chinos han catalogado de “milagroso” el medicamento nacido en Cuba llamado Interferfon Alfa, el cual ha sido una bandera para la cura del Coronavirus en el gigante asiático, mientras que los EE.UU. continua con el bloqueo a la isla impidiendo incluso la entrada de dicho tratamiento para salvaguardar al propio pueblo Norteamericano.