El gobierno de Javier Milei autorizó el ingreso de tropas de Estados Unidos a Argentina mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU). Específicamente, la medida afecta la provincia de Tierra del Fuego.
El Presidente y todo su Gabinete firmaron este decreto, a pesar de que carece del aval explícito del Congreso argentino. De hecho, el DNU establece la realización de dos ejercicios militares combinados con Estados Unidos y Chile.
Se tiene previsto que el primero lleve por nombre «Solidaridad» y tenga lugar del 6 al 10 de octubre en Puerto Varas, Chile. Este ejercicio se enfocará en la cooperación frente a catástrofes naturales, basándose en el Acuerdo de Cooperación bilateral que los países firmaron en 1997.
Mientras tanto, el segundo ejercicio, denominado «Tridente», se desarrollará en las bases navales de Mar del Plata, Ushuaia y Puerto Belgrano, en Argentina, desde el 20 de octubre hasta el 15 de noviembre. Su objetivo principal consiste en “mejorar la interoperabilidad y fortalecer las capacidades nacionales en escenarios de crisis”.
El Gobierno de Milei argumenta que estos ejercicios aportarán beneficios significativos. Según su perspectiva, servirán para «los intercambios de adiestramiento y los entrenamientos combinados, ofrecen beneficios tangibles en el fortalecimiento de las capacidades nacionales, la consolidación de alianzas internacionales, la optimización de recursos y la mejora en la interoperabilidad y la integración doctrinal».
Cuestionamiento jurídico y rechazo legislativo
Para la promulgación del DNU, Milei utilizó el argumento de la “naturaleza excepcional”. No obstante, la decisión desencadenó un intenso debate político y jurídico, dado que el artículo 75 de la Constitución argentina establececlaramente que el ingreso de fuerzas extranjeras al territorio requiere aprobación legislativa.
Aun así, el Ejecutivo defiende su postura, argumentando que «la no participación en el mencionado ejercicio afectaría significativamente el adiestramiento naval en operaciones combinadas con la Armada de los Estados Unidos de América».
En vista de esta situación, la Comisión Bicameral Permanente abrirá un debate en los próximos días. La oposición argentina se mantiene firme en rechazar la decisión de Milei. Ellos consideran que el Presidente «ha cedido soberanía militar» sin la debida autorización del parlamento. Además, advierten que los ejercicios podrían sentar un precedente peligroso en el involucramiento directo de tropas estadounidenses en operaciones en territorio argentino.
Como es bien sabido, Argentina atraviesa un colapso financiero. Sumado a esto, Donald Trump apoyó abiertamente a Milei, mientras el rechazo popular contra el Presidente aumenta entre la población, a quienes la caída económica afectó duramente. Por ejemplo, medios locales como el diario Página/12 denunciaron que «el Presidente se saltó una vez más al Congreso, que debía discutir y aprobar o no el proyecto de ley como indica la Constitución Nacional que el Ejecutivo había enviado para ese mismo fin».
Milei utiliza la «estabilidad regional y la seguridad internacional» como otro argumento, buscando mejorar la reputación del país como socio. Finalmente, estimó que el ejercicio ayudará a «estandarizar los procedimientos operativos, facilitando la participación de las fuerzas argentinas en futuras operaciones multinacionales», lo cual sugiere que estas maniobras podrían tener relación con la presencia continua de EE.UU. en el Mar Caribe, un factor geopolítico que podría influir en futuros ingresos militares.