Este martes, el exlíder de los “Proud Boys”, Enrique Tarrio, recibió una sentencia de 22 años de prisión por organizar el asalto al Capitolio de Estados Unidos, el 6 de enero de 2021. En un intento fallido por mantener a Donald Trump en el poder después de perder las elecciones en 2020. La sentencia de Tarrio es la más dura impuesta hasta el momento.
Según explicó el juez de distrito, Timothy Kelly “ese día se rompió nuestra tradición ininterrumpida de transferir pacíficamente el poder”. Asimismo, señaló que, el acusado al no mostrar ningún arrepentimiento por sus crímenes “era necesario un castigo severo para disuadir la violencia política futura”.
Antes de conocer su sentencia, Tarrio, de 39 años, pidió clemencia al juez; puesto que los fiscales pidieron 33 años de cárcel. A pesar de que el exlíder del grupo de extrema derecha estadounidense no estaba en la capital estadounidense el día del ataque. Pero fue acusado de dirigir el asalto al Congreso por parte de miembros de los Proud Boys.
Tras conocer la sentencia Tarrio, bajó la cabeza, cuadró los hombros, levantó la mano e hizo un gesto en “V” con los dedos mientras lo sacaban de la sala del tribunal con un atuendo naranja de la cárcel.
Por su parte, el fiscal Conor Mulroe, dijo al juez que los Proud Boys estuvieron “peligrosamente” cerca de tener éxito en su plan. “No se necesitaron rifles ni explosivos; sin embargo, había una posibilidad muy real de que nos despertáramos el 7 de enero en una crisis constitucional en toda regla”.
“Hubo la posibilidad de que 300 millones de estadounidenses nos despertáramos sin tener idea de quién sería el próximo presidente o cómo se decidiría”, agregó Mulroe.
Otras sentencias
El fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y al exlíder de Proud Boys, Ethan Nordean, recibieron una condena de 18 años, por conspiración sediciosa, por su papel en el intento de impedir la certificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden, sobre el republicano Donald Trump.
Cabe destacar que la sentencia del exlíder de Proud Boys se produce al mismo tiempo que el Departamento de Justicia se prepara para llevar a Trump a juicio, en el mismo tribunal de Washington, por planear ilegalmente aferrarse al poder.