El viceministro para América Latina, Rander Peña, señaló al canciller de Colombia, Luis Guillermo Murillo, de ser un empleado de Estados Unidos, al sumarse a la política injerencista contra Venezuela.
Peña afirmó que el discurso del presidente colombiano Gustavo Petro no van en la misma línea que la del canciller Murillo.
Vale recordar, que en reiteradas oportunidades Luis Murillo exhortó a Petro a no reconocer la victoria del presidente Nicolás Maduro, en las elecciones del pasado 28 de julio.
«¿Quién manda realmente sobre la política exterior de Colombia? ¿El presidente progresista Gustavo Petro, elegido democráticamente por millones de colombianos,o Juan Manuel Santos, operando cómodamente desde las sombras, a través del siempre obediente canciller Gilberto Murillo?», preguntó el viceministro venezolano en unas declaraciones enviadas al diario El Tiempo.
Asimismo, Rander Peña puntualizó que Murillo es un empleado directo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
En ese sentido, preguntó a qué costó el funcionario colombiano obtuvo el cargo de canciller.
«Sería muy ingenuo pensar que el canciller, Gilberto Murillo, una vez siendo canciller dejaría de responder a sus jefes verdaderos y directos en EEUU, y empezaría a seguir la voluntad del pueblo colombiano», aseveró el viceministro.
A lo que agregó que no es sorpresa que un canciller colombiano actúe como emisario extranjero, ya que históricamente en ese país esa «ha sido la norma».
Ante este contexto, Rander Peña explicó que la verdad de estos ataques contra Venezuela por parte de Murillo es que quien responda a los intereses imperiales ganará la nominación a la candidatura presidencial en Colombia.
«Buscando la bendición de sus amos pueda ser el candidato del Santismo, eso es una verdad cantada e irrefutable», adelantó.
A lo que añadió que para ganar la nominación del Santismo, le ordenaron boicotear todo lo que tiene que ver con Venezuela.
En su declaración, Peña también comparó los discursos de Petro y Murillo, ante lo que aseguró que ambos se contradicen.
Detalló que el mandatario colombiano apoya el respeto y la paz. Mientras el canciller es abiertamente injerencista y provocador de escenarios de guerra.