El Senador estadounidense Patrick Leahy, calificó como perturbadores los casos de violaciones de niñas indígenas en manos del ejército colombiano.
A través de su cuenta en Twitter, el Senador señaló que Colombia «necesita tomar acciones decisivas para afrontar los abusos militares».
Colombia, a close friend and ally of the United States, needs to take decisive action to curb military abuses. See my statement: https://t.co/0RwAp9uLj1
— Sen. Patrick Leahy (@SenatorLeahy) July 2, 2020
También agregó en un comunicado que los escándalos surgidos en días recientes, han puesto en duda las actuaciones del Ejército y que se deben hacer esfuerzos para
«cambiar una cultura arraigada en las Fuerzas Armadas que ha tolerado, e incluso alentado, un patrón de abusos».
Sin embargo, estas declaraciones resultan sospechosas, considerando que las denuncias de violación de 52 niñas colombianas, en manos del Ejército de los EE.UU, permanecen impunes.
Todo parece indicar que Leahy, responsable de la aprobación de recursos de asistencia militar de EE.UU para Colombia, prepara el terreno para reducir los gastos de sus compromisos con los países «amigos».
Y mientras tanto, en Colombia…
Al tiempo que Leahy publicaba su comunicado, la prensa colombiana informó que el sargento Juan Carlos Díaz, quien denunció a los soldados que violaron a la niña indígena, fue retirado de sus funciones.
La información la dio a conocer el comandante del Ejército, Eduardo Zapateiro, quien explicó que la sanción se debe a que el sargento no cumplió con el deber de evitar que los hombres, bajo su mando, cometieran el delito.
«Tal responsabilidad es mayor, máxime cuando era el comandante directo de la unidad, Denunciar es una obligación pero prevenir (…) era su responsabilidad particular», afirmó Zapateiro.
Además del sargento Díaz, el Comandante Zapateiro informó que 31 militares también serán investigados por presunto abuso sexual de niñas y niños.