La votación en el Senado de Chile no alcanzó los 29 votos necesarios para la aprobación de destituir al presidente Sebastián Piñera. El juicio juicio político consiguió 24 votos, los cuales no cumplían con los dos tercios necesarios para destituir del cargo al presidente del país.
Tras un largo debate, el Senado chileno decide no relevar de sus funciones a Piñera, luego de ser acusado públicamente por realizar actividades ilícitas en la venta de una corporación minera.
Las acusaciones se basaron en la publicación de la investigación periodística denominada los Papeles de Pandora. En ella se reflejaba la venta del proyecto minero Dominga, dedicado a la explotación de cobre y de hierro, en 2010. Además de transacciones en el extranjero y en compañías ‘offshore’ por parte de figuras políticas de todo el mundo.
A no desanimarse el resultado de la AC EN EL SENADO ERA EL ESPERADO LO IMPORTANTE ES EL PROCESO QUE VIVIMOS.Donde quedó claro LA SOLIDARIDAD Y UNIDAD DE QUIENES SOMOS REAL OPOSICIÓN. Juntos VENCEREMOS EL 21 DE NOVIEMBRE. pic.twitter.com/lkQxHJuzmz
— Jaime Naranjo AH-68 (@diputadonaranjo) November 17, 2021
Por su parte, el diputado Jaime Naranjo llamo al pueblo a no desanimarse. Mientras aplaudió que durante este proceso se notó la consolidación de la oposición a Piñera; por lo que llamó a participar en esta próxima jornada electoral.
Sebastián Piñera podría haber sido depuesto del cargo, por las acusaciones de cometer irregularidades en la venta de una empresa minera; las cuales llevaron a la Cámara Baja del país a aprobar el proceso de juicio político con 78 votos a favor y 67 en contra. Luego del rechazo del juicio político por parte del senado, el presidente Piñera podrá culminar su periodo, el cual que finaliza en marzo de 2022.
Esta decisión, de no destituir al presidente, se da 5 días previos a las elecciones, el 21 de noviembre los chilenos decidirán quién será el sucesor de Piñera. A estos eventos se suma el proceso de redacción de la nueva Constitución del país por parte de la Convención Constituyente, que dotará a Chile de una renovada Carta Magna para reemplazar la vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet.