El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken comenzó este martes una gira por Centroamérica; aunque los medios expanden el periplo a términos de visita a “América Latina”.
El jefe de la diplomacia estadounidense hará su parada en la ciudad de San José, capital de Costa Rica. Ahí se reunirá con el presidente de esa nación, Carlos Alvarado, y el Canciller.
Costa Rica será al mismo tiempo el epicentro de una reunión con el resto de los representantes de las naciones centroamericanas, incluyendo a Nicaragua, un país bajo el cuestionamiento de Washington por razones de su gobierno revolucionario.
El tema esencial, o al menos así dice directamente el Departamento de Estado será el de la migración. Centroamérica es uno de los lugares desde donde más se desplazan migrantes hacia EE.UU. y lo hacen por medios que revelan el estado de necesidad que han configurado sus “democracias”.
La reunión con los representantes centroamericanos se hará en el contexto del Sistema de la Integración Centroamericana SICA. Las naciones que suscriben este acuerdo son El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Belice y la República Dominicana.
La agenda
De acuerdo con la parte estadounidense, la agenda de esta reunión tendrá un “enfoque colaborativo para abordar las causas fundamentales de la migración”.
Otro de los aspectos a discutirse en esta gira sería “la mejora de la gobernabilidad democrática, la seguridad y las oportunidades económica para la gente de Centroamérica”.
Esta segunda tarea de la reunión, tomando en cuenta la historia y la experiencia, muy bien parecería una clase unilateral de cómo deben funcionar las democracias según EE.UU. y qué deben hacer para seguir teniendo “gobernabilidad”.
Es decir, el temario se lee como un curso presencial de actualización de la influencia e injerencia en la zona.
Al mismo tiempo la visita de Blinken a Centroamérica servirá para reunirse con la diplomacia mexicana para revisar los pormenores de la próxima visita a ese país de la Vicepresidenta Kamala Harris.