Mientras el caso de Venezuela se observa desde más lejos, parece que se ve más claro; o al menos así sucede en Moscú, en donde el Secretario Adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Alexandr Venedíktov tiene muy bien entendido que el Reino Unido está tomando un oro que no le pertenece, sino de Venezuela.
Para el funcionario ruso entrevistado por la agencia Sputnik; la maniobra del país europeo es un sencillo y vulgar robo, aunque lo dijo con palabras menos severas, pero sí bastante nítidas para ser bien entendidas en Londres.
Venedíktov dijo al portal ruso: «El oro que las autoridades venezolanas habían depositado en Londres, 30 toneladas por más de mil millones de dólares, el dinero que Caracas necesita más que nunca ahora para hacer frente a la pandemia [del COVID-19], pero el Alto Tribunal de Londres afirma que [el opositor Juan] Guaidó es el jefe de Estado y rechaza la petición venezolana, se trata, de hecho, de una apropiación ilegal».
Estrategia de apropiación
Al mismo tiempo, para el Secretario Adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, el robo del oro venezolano por parte de Inglaterra se corresponde a la estrategia occidental de apropiarse de los recursos de otros países.
Para Venedíktov, algunas potencias occidentales operan para desestabilizar a Venezuela para apropiarse de su petróleo, como también hacen en Libia con el mismo objetivo.
Al mismo tiempo el funcionario ruso analizó para Sputnik que la crisis del coronavirus ha reavivado pugnas anteriores a la pandemia; y que ni el trance mundial ante la enfermedad ha contribuido a hacer una tregua en las pretensiones geopolíticas de algunos centros de poder.
En este contexto, El Reino Unido ha sido capaz de negarle a Venezuela el acceso a sus propias reservas depositados en el Banco de Londres. Con esto se le impide al país poder utilizarlos en la compra de insumos que permitan una lucha más efectiva contra el covid-19.
Máxima presión sobre Venezuela
Londres y Washington se combinan en su estrategia de máxima presión sobre Caracas. El objetivo es claro: forzar la agudización de una crisis social y humanitaria que sirva para derribar al gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Para consumar este plan, tanto el Reino Unido como los EE.UU. se valen de agentes internos para robar a Venezuela; como es el caso del diputado Juan Guaidó, un autoproclamado Presidente reconocido por un puñado de naciones.
