Rusia aprobó una doctrina de seguridad energética, con el objetivo de garantizar el funcionamiento del sector, ante las sanciones que se suscitan en occidente.
La doctrina fue aprobada y firmada por el presidente ruso Vladímir Putin, quien busca una disminución en la participación de hidrocarburos en el balance energético de la nación.
Debido que las sanciones unilaterales que se han impuesto a varios países, en materia petrolera, gasífera y energética, obstaculizan la plena participación de Rusia en las garantías de seguridad energética internacional.
Entre lo que detalla el documento firmado por Putin están, las principales amenazas externas a la seguridad energética del país, que utilizarían otros países para hacerle daño a Rusia; la discriminación a las organizaciones rusas en los mercados de energía mundiales y la toma ilegal de recursos energéticos exportados por Rusia.
Por último, el mandatario ruso instruyó desarrollar la integración en el marco de diferentes organizaciones internacionales.