La victoria del macrismo en Argentina, la traición en Ecuador y los golpes parlamentarios en Brasil y Bolivia, supusieron un retroceso para los proyectos de una nueva integración latinoamericana y caribeña. Sin embargo, el despertar de los pueblos va marcando un resurgir de la dignidad. Y un reimpulso de organismos clave como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Un ejemplo claro de ello es la nación del altiplano. Tras el histórico triunfo de Luis Arce en la presidencia, el Estado plurinacional ha resuelto reanudar su participación organismos claves de la nueva integración. Esto es la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América -Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). También la CELAC y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Otros principios
El regreso de Bolivia a estos nuevos espacios de integración brinda un espaldarazo a un modelo alternativo. Soportado en principios de respeto a la soberanía, complementación y solidaridad. Asimismo, este nuevo diseño empezó a construirse, con el impulso de nuevos liderazgos progresistas surgidos a comienzos del siglo XXI.
Destacaron en ese sentido el Comandante venezolano, Hugo Chávez, el político argentino Nestor kirchner, el histórico líder, Evo Morales, el economista ecuatoriano, Rafael Correa, y dirigente sindical brasilero, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, entre muchos otros.
Hoy bajo la conducción de una generación que asumió el relevo, con plena conciencia histórica, como el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se le da continuidad a este gran proyecto de la Patria Grande Latinoamericana. Surgido a su vez del ideal bolivariano, robinsoniano y martiano.
Oprobiosa dictadura
El gobierno dictatorial de Jeanine Áñez había ordenado la retirada de Bolivia del ALBA-TCP, la CELAC y la Unasur. Sin embargo, el pueblo boliviano supo resistir la embestida, y reagrupó fuerzas para volver al poder por la vía electoral. Esto con una contundente y masiva victoria. Ahora el gobierno de Luís Arce, en una demostración de coherencia política vuelve a ocupar el liderazgo que regional. Así se retoma el sendero que se había iniciado durante la era de Evo Morales.
“La decisión asumida por el gobierno de transición de suspender la participación de Bolivia en los mencionados espacios de integración, respondieron a intereses meramente políticos, que poco tienen que ver con la vocación integradora del pueblo boliviano. Los instrumentos constitutivos de estos procesos de integración regional y subregional fueron aprobados con rango de ley, tal como lo establece la Constitución Política del Estado, por tanto, los derechos y obligaciones de Bolivia derivados de estos instrumentos se mantuvieron inalterables durante los últimos años”, concluye la administración de Arce en un comunicado oficial.